AFBEL se adhiere al manifiesto sobre la propuesta de modificación del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte (MAP)

manifiesto redes distribución AFBEL
  • Junto con las asociaciones AELEC, ASEME y CIDE ha firmado un manifiesto alegando que la propuesta ha excluido el 95% de las actuaciones planteadas por las empresas distribuidoras de energía eléctrica.

Europa se encuentra en pleno proceso de impulsar su desarrollo industrial, respaldado por regulaciones en lo que respecta a la dependencia energética y la descarbonización (Fit for 55, REPowerEU), y con el objetivo declarado de acercar las cadenas de suministro y hacerlas más resilientes mediante la promoción de la producción industrial local.

Las necesidades asociadas a la transición energética, la electrificación y la digitalización de la economía están llevando a la aparición de nuevos proyectos industriales, de carácter estratégico, con gran capacidad de impulsar el crecimiento económico y el empleo. Muchos de ellos se caracterizan por conllevar unos consumos de electricidad significativos, por lo que su futuro se verá comprometido si no se toman de forma urgente las medidas necesarias para facilitar su conexión a las redes eléctricas.

La modificación de aspectos puntuales de la planificación (MAP) debería ser el mecanismo para adaptar la planificación vigente de la Red de Transporte para atender, entre otras cosas, a estas nuevas demandas. En las MAP se deberían incluir las actuaciones que hay que realizar en la red de transporte para atender solicitudes de conexión que se realizan en las redes de distribución.

En este sentido, el pasado de 15 de diciembre de 2023 la Secretaría de Estado de Energía sometió a trámite de audiencia pública la propuesta de MAP de la planificación vigente con el objeto de incluir las actuaciones urgentes en la red de transporte consideradas estratégicas y prioritarias para la transición energética. En esta propuesta se deberían haber incluido las actuaciones para habilitar la conexión de nuevas solicitudes de demanda que se han dirigido a los gestores de las redes de distribución y que requieren de dichas MAP, que se estiman en alrededor de 6.000 MW para el conjunto del Estado.

Sin embargo, a pesar de estar debidamente justificadas y cumplir con los criterios que presiden la MAP, se han excluido el 95% de las actuaciones planteadas por las empresas distribuidoras de energía eléctrica para atender los nuevos suministros en la red de distribución de futuros proyectos industriales. Entre ellos, industrias que necesitan mayor capacidad de acceso a la red eléctrica para descarbonizarse y nuevos centros de procesos de datos.

No obstante, al no incluirse las actuaciones planteadas, no solo se está generando un riesgo en el cumplimiento de los objetivos climáticos, sino también, se limita la imagen y el crecimiento económico de nuestro país, lo que eliminará las externalidades positivas en materia de inversión, crecimiento, I+D, empleo e impuestos de los nuevos proyectos industriales a los que no es posible brindarles acceso, conllevando a su vez a un riesgo de fuga de las inversiones hacia otros países en los que el conseguir el acceso a la red sea más sencillo.

Sin duda, la propuesta de MAP no está alineada con las nuevas necesidades de la demanda y debe enmendarse de una forma sustancial, haciendo uso de todos los recursos económicos disponibles y corrigiendo cualquier limitación regulatoria que impida su aplicación.

Asimismo, no se puede obviar que las conexiones a través de la red de distribución permiten conectar mucha más potencia por cada euro de inversión requerido en la red de transporte que las conexiones directas a dicha red. Si se mantuviera la limitación de inversiones fijada por ley para la red eléctrica (impidiendo dar acceso a la energía eléctrica a toda la industria que lo solicita con el efecto económico que eso conlleva) sería al menos indispensable priorizar las inversiones que se realicen bajo criterios de eficiencia económica, con objeto de optimizar el beneficio que aportan éstas.

Sin duda, todo esto permitiría sacar adelante las propuestas que aportan más valor y posponer en caso necesario las actuaciones en la red cuya relación coste-beneficio sea más baja. En definitiva, que las inversiones en transporte que salgan adelante sean las que más valor aporten a la economía y al desarrollo nacional. De lo contrario, nuestro país puede perder la oportunidad histórica que supone la electrificación de la demanda, impulsar la economía española y hacerla más resiliente frente a crisis futuras.

Adicionalmente, es necesario tomar medidas ágiles y coherentes en todos los ámbitos, entre ellas modernizar el proceso de planificación para asegurar la adaptabilidad de las redes en el nuevo contexto energético.

Finalmente, la reforma del diseño de mercado y el Plan de Acción de redes de la Comisión Europea, y la propia AIE, han puesto el foco en la necesidad de impulsar el reconocimiento de las inversiones anticipadas en distribución eléctrica, que permitan asegurar que la red está lista para hacer frente a las necesidades de la demanda. El coste de oportunidad de no impulsar el acceso y conexión a la red de distribución en la actualidad es elevado, ya que no conectar ahora a la demanda implicaría limitar el ritmo de descarbonización de la industria, perdiendo una oportunidad única para el país.

Ingeteam contribuye a una electrificación más cibersegura

Ciberseguridad_ingeteam

El sector de la energía está inmerso en un profundo cambio impulsado por la descarbonización, la transición energética y la integración de energías renovables

En este contexto, la digitalización de la red juega un papel fundamental. Los equipos y sistemas que controlan y automatizan la red eléctrica deben digitalizarse e incorporar tecnologías y elementos de comunicación que permitan su acceso desde cualquier punto de la red. Dotar de inteligencia a la red eléctrica, conlleva asociado el reto de garantizar que su conectividad se lleve a cabo de manera segura, minimizando los riesgos de ciberataques o accesos no autorizados.

En Ingeteam hemos liderado el proyecto TrueValSec (Trust Technologies for Smart Grid value chain Cybersecurity), colaborando junto con otras empresas del sector y cuyo objetivo ha sido el de desarrollar nuevas tecnologías en materia de ciberseguridad para las redes inteligentes del futuro. El proyecto ha trabajado sobre la tesis de una ciberseguridad defensiva teniendo en cuenta todos los elementos que forman la cadena de valor, estableciendo mecanismos de defensa como son los sistemas de cifrado de baja latencia, para tratar que la red eléctrica sea impenetrable.

El proyecto ha contado con el apoyo del Gobierno Vasco a través del programa de apoyo a la I+D Hazitek 2021 y la cofinanciación de la Unión Europea a través de los fondos FEDER.

 

Arteche certifica el ciclo de vida de desarrollo seguro de sus productos según IEC 62443-4-1

Arteche

La norma IEC 62443-4-1 define un ciclo de vida de desarrollo seguro (SDL) con el fin de desarrollar y mantener productos ciberseguros

El sector eléctrico se encuentra en un momento de transformación debido, entre otras cosas, a su digitalización y su automatización. La convergencia de las tecnologías de la información y las nuevas tecnologías operativas genera nuevas vulnerabilidades. Hoy, los ataques a la cadena de suministro están aumentando tanto en número, como en tasa de éxito, con un grado de sofisticación sin precedentes.

En este contexto, las compañías eléctricas son cada vez más conscientes de la necesidad garantizar la seguridad de los sistemas de automatización de las Smart Grids. Los IEDs (Intelligent Electronic Devices, por sus siglas en inglés), son puntos críticos para la ciberseguridad de las redes por sus características y capacidades de comunicación remota.

Es por ello que en Arteche, como fabricantes de equipos de control y automatización de subestaciones diseñados bajo filosofía IEC 61850, ha realizado un gran esfuerzo para adaptar el ciclo de vida de sus productos a una de las normativas de referencia en el sector, la norma IEC 62443-4-1 – Seguridad para los sistemas de automatización y control industrial: requisitos del ciclo de vida del desarrollo seguro de productos. Esta norma establece los requisitos del proceso para desarrollar y mantener productos ciberseguros.

Conscientes de la importancia de la revisión por parte de un tercero de confianza, hemos certificado nuestros procesos con uno de los laboratorios que más madurez tiene en esta norma, TÜV Rheinland.

Este hito no es el final del camino, dado que hay que seguir mejorando y adaptándonos a las circunstancias, para asegurar un nivel de seguridad óptimo y mantenernos a la vanguardia del sector.

En Arteche tenemos una postura clara con respecto a la ciberseguridad: consciencia, y compromiso. Un primer hito fue la certificación ISO 27001 que obtuvimos en octubre de 2020. No obstante entendemos que un producto no puede alcanzar un nivel óptimo de ciberseguridad sin que los procesos que relacionados con su ciclo de vida contemplen actividades específicas, desde la fase de propuesta hasta su retirada y destrucción, con un énfasis especial en su cadena de suministro y gestión de vulnerabilidades, y la norma IEC62443-4-1 es un complemento perfecto.» Miguel A. Sánchez, Global Electronic Equipment Cybersecurity Manager

El Gobierno destina 525 millones a digitalizar las redes de distribución e impulsar la recarga de vehículos eléctricos en la vía pública

digitalizacion

Dotar de inteligencia al sistema eléctrico es clave para integrar energía renovable distribuida, sistemas de almacenamiento y herramientas de flexibilidad, como la agregación y la gestión de la demanda

El Gobierno ha aprobado hoy, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), un Real Decreto para digitalizar las redes de distribución de electricidad e impulsar la infraestructura de recarga para vehículos eléctricos en la vía pública. Está dotado con 525 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que recibirán las empresas distribuidoras de una forma proporcional a su representatividad hasta 2023. Los potenciales beneficiarios tendrán que implantar herramientas digitales de mejora de atención al consumidor, incluyendo sedes electrónicas para gestionar expedientes relativos al acceso y la conexión de instalaciones de autoconsumo y de puntos de recarga.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé que las energías renovables cubran un 74% de la demanda eléctrica en 2030. Para conseguirlo, el sistema eléctrico debe transformarse, desde su actual diseño centralizado y unidireccional, hasta otro distribuido, multidireccional, inteligente y flexible, gracias a la digitalización de las redes, los sistemas de almacenamiento y la agregación y la gestión de la demanda.

Contribuir a la recuperación económica

El Real Decreto aprobado por el Gobierno facilita el alcance de estos objetivos, además de contribuir a la recuperación económica, gracias a la capacidad de arrastre de la distribución de electricidad sobre el resto de la economía, que mantiene decenas de miles de empleos y sustenta una cadena industrial relevante, con un peso muy importante de las empresas españolas.

La digitalización de las redes de distribución está incluida en el Proyecto Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (PERTE ERHA), disponible aquí, que canalizará más de 16.300 millones en los próximos años para adaptar el sistema energético y reforzar la posición del liderazgo español en el campo de las energías limpias.

La digitalización de las redes de distribución es una de las medidas facilitadoras del PERTE ERHA y se corresponde con el Componente 8 del PRTR, dedicado a infraestructuras eléctrica, promoción de redes inteligentes y despliegue de la flexibilidad y el almacenamiento.

Ayudas con cargo a los PGE de 2021 a 2023

El Real Decreto aprobado hoy permitirá otorgar hasta 525 millones en subvenciones directas entre 2021 y 2023 a las empresas distribuidoras, que operan en régimen regulado por ser monopolios naturales en las zonas en que están implantadas. Las cuantías anuales máximas ascenderán a 227 millones con cargo al Presupuesto General del Estado de 2021, otros 148 millones con cargo a 2022 y 150 millones en 2023.

El PRTR financiará hasta el 50% de los activos relacionados con la digitalización de la red y con las infraestructuras necesarias para alimentar puntos de recarga rápida para vehículos eléctricos –con una potencia superior a 250 kW– situados en la vía pública. Cada compañía recibirá una ayuda proporcional al porcentaje de retribución regulada que recibe sobre el coste total de la actividad de distribución de electricidad.

El Real Decreto autoriza que las distribuidoras incrementen su límite de inversión anual con cargo al sistema eléctrico en una cuantía equivalente a la inversión acometida gracias al apoyo del PRTR durante el año siguiente a la puesta en servicio de los activos resultantes de las inversiones.

Planes de generación de cadena de valor y empleo

Para acceder a las subvenciones, las empresas deberán presentar planes estratégicos con las estimaciones de sus inversiones sobre el empleo, la cadena de valor industrial y la contribución a la penetración de nueva generación renovable, que serán publicados en la página web del MITECO.

También tendrán que implantar programas digitales de mejora de la calidad de la atención al consumidor. Entre ellos, deberán habilitar una sede electrónica que permita la gestión de los expedientes, incluyendo los relativos a los permisos de acceso y conexión para instalaciones de autoconsumo y la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos.

Puede consultar toda la información sobre el PRTR aquí.

El sector afronta las fuertes subidas de las materias primas sin poner en riesgo el despliegue de infraestructuras eléctricas en curso

materias primas

La patronal de bienes de equipo eléctrico, Afbel, pone en evidencia la volatilidad en los precios de materias primas críticas, la escasez de suministros de algunas de ellas y los problemas logísticos de transporte a nivel mundial como consecuencia de la COVID-19

La subida generalizada de los costes de las materias primas principales como el cobre, aluminio o acero, que en algunos casos rozan el 50%, junto con disrupciones en el aprovisionamiento, escasez mundial de microchips y problemas en el transporte mundial de mercancías, hace peligrar la competitividad del sector proveedor de la tecnología para la red eléctrica según advierte Afbel, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión.

La patronal del transporte y distribución de bienes de equipo eléctrico ha puesto el foco no sólo en el fuerte incremento de precios que se están produciendo en los materiales para la fabricación, sino también en problemas de suministro y de transporte. Así, Afbel confirma el alza de los costes de las materias primas de las resinas aislantes en más de un 30%, del aceite mineral y aluminio en un 25% y de la chapa magnética del 20%. Además, destaca que el cobre y el acero han experimentado un crecimiento del 50% en sus precios.

Esta subida generalizada impacta en la rentabilidad y competitividad de este sector considerado esencial durante la pandemia. “Las extraordinarias inversiones en logística y, en paralelo, la volatilidad del precio de las materias primas ha provocado un aumento considerable de los costes a los que se unen las medidas de seguridad impuestas por la pandemia en un sector de márgenes ajustados”, alerta Mar Duque, Directora General de Afbel.

“Contar con una red eléctrica resiliente y un sector potente, competitivo y de altísima cualificación para desarrollar nuevas tecnologías digitales es vital en la transición energética”, apostilla.

Por otro lado, la escasez de suministros de semiconductores está ya ralentizando la producción de dispositivos electrónicos en todo el mundo. Esta falta de suministro tiene su origen en la dependencia de la industria manufacturera de un pequeño número de proveedores de semiconductores procedentes de Asia, cuyo mercado mundial ha variado tras el cambio de paradigma del uso de microchips debido a la pandemia. Los fabricantes de Afbel no son ajenos a este problema. Según Mar Duque “La digitalización de la red eléctrica ha supuesto la incorporación masiva de elementos electrónicos en los equipos convencionales“.

La industria española del sector representa más de 45 empresas que emplean a 26.000 trabajadores directa e indirectamente, sumando unas ventas anuales de aproximadamente 4.000 millones de euros. En cuanto a tecnología y productos, suponen más del 65% de las inversiones de equipamiento de conexión de renovables y del 90% del de las redes.

Antes de la irrupción de la COVID-19 se calculaba una inversión en redes en España de entre 38.000 y 46.000 millones de euros hasta 2030 mientras que la generación renovable traería consigo inversiones adicionales cercanas a los 7.000 millones de euros en equipos eléctricos por la descarbonización, la modernización y digitalización según el estudio realizado por Monitor Deloitte para AFBEL.

Los problemas de suministro y de transporte afectan al precio final del producto

Paralela a la escalada de precios de las materias primas, que se está produciendo tanto en España como en Europa, se suman disrupciones en el suministro. La tendencia al acaparamiento y a asegurar el stock para hacer frente a la demanda en caso de continuar los problemas logísticos puede conducir a deteriorar seriamente la competitividad de nuestras empresas y su posición de liderazgo a nivel europeo que tantos años ha costado construir.  “Además se contribuye a la especulación y a que los precios sigan subiendo, lo que finalmente redundará negativamente en los usuarios” alertan desde AFBEL.

Finalmente, los problemas de transporte derivados del nuevo flujo logístico mundial al arrancar el gigante chino sus exportaciones mientras el resto del mundo todavía sufre la Covid-19 está trayendo importantes consecuencias, entre ellas el cierre de puertas al mercado exterior de un sector que desde el 2012 ha sabido exportar el 40% de su producción.

Una vez más, Afbel revindica el importante papel que juegan los fabricantes de bienes de equipo eléctrico españoles en la electrificación de la economía ya que su misión es desarrollar nuevas tecnologías digitales y cadenas de valor potentes para adaptarse a los nuevos avances tecnológicos como los vehículos de cero emisiones y sus infraestructuras de recarga. También permiten hacer factible el rol activo de los consumidores a través del despliegue de la generación distribuida.

 

20 años liderando la innovación tecnológica en infraestructuras eléctricas

innovación tecnológica en infraestructuras eléctricas
Por Mar Duque, Directora General de AFBEL, para el especial 20 Aniversario de Energética XXI

 

Impulsar el desarrollo y el crecimiento del sector, promoviendo la integración y utilización competitiva de las tecnologías más eficientes para colaborar en el desarrollo energético de la sociedad española a través de la optimización de sus infraestructuras eléctricas y el uso de la electricidad, siempre ha sido nuestra misión.

En la actualidad, el Sector de Bienes de Equipo Eléctrico sostiene una mano de obra de aproximadamente 30.000 puestos de trabajo (directos e indirectos), alcanzando en 2020 una facturación de 4.000M€ a nivel nacional, donde el 40% se obtiene de mercados internacionales.

Durante la emergencia sanitaria del pasado marzo, este sector demostró ser esencial e imprescindible para mantener el suministro de las redes y de las infraestructuras indispensables para la economía y la sociedad.

Todo tipo de servicios críticos pudieron asegurar la continuidad de sus sistemas eléctricos gracias a los operadores de transporte y distribución y a los de generación eléctrica. Operadores que han seguido contando con nuestros productos y servicios de forma ininterrumpida.

No obstante, la Industria de Bienes de Equipo Eléctrico ha sufrido profundas transformaciones en los últimos 20 años. Entre los años 2000 y 2010 el sistema eléctrico experimentó un incremento de casi el 50% de la potencia instalada en generación, junto con la evolución y refuerzo de las redes de transporte y distribución y la transformación del consumo de energía eléctrica. Para todo ello, nuestros asociados dieron respuesta en forma de productos y servicios innovadores.

Este incremento se debió al boom de la construcción y de la generación renovable que supuso un efecto tractor en el sector de Bienes de Equipo Eléctrico permitiendo su desarrollo tecnológico. Desde entonces, este sector se ha caracterizado por ser netamente innovador, posicionándose en la cabecera tecnológica europea.

La crisis económica sufrida a finales de la primera década de este siglo marcó un antes y un después en nuestro sector ya que, aunque el impacto no se apreció hasta 2009, el nivel de la facturación a nivel nacional decreció estrepitosamente. La exportación irrumpió entonces como única salida forzando la mejora de la competitividad y de los procesos necesarios para ser competitivos en el mercado exterior.  Con esta visión, la Industria de Bienes de Equipo pasó a exportar el 40% de su producción ya en 2012.

La liberalización del mercado eléctrico a nivel europeo e internacional ha sido otro de los hitos importantes en la trayectoria del Sector de Bienes de Equipo Eléctrico. Al aumentar la complejidad de la gestión de la red aparecieron en la escena nuevos actores. Comercializadores, agregadores, proveedores de servicios energéticos y consumidores, que son a su vez pequeños generadores dispersos, percibiendo la oportunidad de negocio que se abría ante ellos, entraron dispuestos a participar y competir en el nuevo escenario.

La innovación tecnológica es la seña de identidad de la Industria de Bienes de Equipo Eléctrico, sobre todo a nivel de distribución.

Para dar respuesta a la nueva situación, diferentes tecnologías de comunicación se despliegan en un auténtico sistema nervioso que conecta nuevos dispositivos de captación y procesos de información, entre sí y con aplicaciones de software que convertirán a la red en un sistema capaz de reaccionar de forma autónoma ante las cambiantes condiciones de operación. Electrónica de potencia, dispositivos de almacenamiento y cargadores de vehículos eléctricos, ya forman parte del nuevo paisaje tecnológico en torno a la red eléctrica.

Pero no todo es tecnología. Surge en estos tiempos la necesidad de introducir cambios en el sistema regulatorio para crear un espacio estable de participación de todos los actores involucrados que incentive la inversión para el despliegue de la inteligencia en la red, así como la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), que proporcione soluciones industriales, óptimas y eficientes. En la nueva normalidad, el Sector de Fabricantes de Tecnología para la red eléctrica es más crítico que nunca para relanzar la actividad económica.

Y si la digitalización ya era clave antes de la covid-19, en la nueva normalidad lo será aún más y, sin duda, las inversiones se mantendrán en esta línea.

Porque para hacer la red de distribución más resiliente es necesario digitalizarla. Los diferentes proyectos piloto que se han realizado en toda Europa por parte de nuestros asociados, la mayor parte de ellos exitosos, han demostrado que el estado del arte de la tecnología se encuentra a la altura de la necesidad. Y muchos de los tecnólogos y fabricantes de componentes y sistemas inteligentes que lo han hecho posible, son españoles. Es hora de pasar de los pilotos al despliegue masivo de las tecnologías probadas.

Las empresas que constituyen AFBEL son conscientes de su responsabilidad como actores y proveedores de tales soluciones y aceptan el reto de mantener el esfuerzo en I+D+i necesario para colocar y mantener a nuestro país en una posición de liderazgo en la evolución hacia el nuevo paradigma.