La descarbonización ya no es una opción

descarbonización

2024 ha sido el año en el que el pleno impulso para el desarrollo industrial en toda Europa se ha hecho realidad gracias al innegable respaldo de la profusión de Directivas y Reglamentos que se han promulgado desde la Unión Europea. Y la tendencia es aún más optimista, ya que desde Bruselas se están planteando dirigir sus pasos hacia la generación de nuevos reglamentos que redunden en procesos regulatorios más eficientes en todos los estados miembros. Cabe recordar que mientras las directivas han de transponerse en cada estado, los reglamentos pueden aplicarse directamente.

Por otro lado, la descarbonización ya no es una opción sino un objetivo declarado en todo el ámbito europeo para conseguir que las cadenas de suministro sean más resilientes y a la vez fortalecer la producción industrial local. Lograr una industria europea robusta que no dependa de otras economías, como la asiática o la americana, evitará que nuevas crisis mundiales desestabilicen nuestro progreso industrial. Tanto la pandemia como la guerra de Ucrania, además de las pérdidas humanas, trajeron consigo subidas precios de materias primas desorbitadas y problemas de aprovisionamiento entre otros. Tampoco podemos perder de vista economías tan competitivas como la china y sus posibles efectos en nuestra debilitada Europa.

Desde AFBEL realizamos seguimiento de las importaciones que se producen desde fuera de Europa, observando que los últimos años esta entrada se ha vista incrementada significativamente. Es importante para asegurar una competencia leal que dicha importación cumpla rigurosamente la legislación vigente, tal y como la asumimos actualmente todos los fabricantes europeos al destinar importantes recursos para su cumplimiento. En este sentido, dado que las importaciones de fuera de Europa están crecimiento exponencialmente, desde AFBEL consideramos que se deben intensificar los esfuerzos que ya se vienen haciendo para vigilar que todos cumplamos fielmente con la legislación.

El crecimiento económico y el empleo de todo Europa se ve impulsado por todos los proyectos industriales asociados a la transición energética, la electrificación y la digitalización de la economía ya que conllevan asociados unos consumos de electricidad significativos, que, a su vez, requieren del desarrollo y refuerzo de conexiones en las redes eléctricas. El verdadero sistema nervioso de la transición energética en Europa.

Por esta razón, urge que los reguladores implementen las medidas necesarias para incentivar un mayor desarrollo de las redes de distribución y transporte en la Unión Europea. Una vez más, sin esta capacitación de las redes eléctricas, se genera un riesgo de incumplimiento de los objetivos climáticos establecidos en el PNIEC que ralentizará el crecimiento económico de los países europeos en cuanto a inversiones, I+D, empleo, etc.

Y no podemos dejar al margen la política. Vivimos momentos inciertos desde el punto de vista político. Por un lado, acaban de celebrarse las elecciones europeas donde el equilibrio político y la conformación de mayorías en Europa pueden verse muy afectados. Por otro lado, ya incidiendo más en el ámbito español, nos encontramos con una gran incertidumbre sobre cómo el regulador español va a definir el marco para el próximo periodo regulatorio en aspectos como el techo de inversión, los costes unitarios y la retribución de las inversiones en las redes eléctricas. Este último, la retribución en las redes eléctricas puede conllevar un riesgo de fuga de las inversiones hacia otros países donde esta sea mucho más rentable.

La diarrea legislativa que nos viene de Bruselas se presenta con un protagonismo importante en los temas medioambientales. En este sentido, y deteniéndonos en el Reglamento CBAM, una nueva normativa que pone precio a las emisiones de carbono incorporadas a los bienes importados a la UE y exige a las empresas afectadas que notifiquen y adquieran derechos de emisión especiales, los certificados CBAM, por las emisiones asociadas, detectamos la posibilidad de una potencial competencia desleal entre los fabricantes de dentro y fuera de Europa.

Este posible riesgo de competencia desleal puede venir originado porque en la primera fase transitoria se toman en consideración las materias primas importadas, pero no el producto final fabricado.  Este hecho conlleva que un mismo producto asuma diferentes cargas económicas dependiendo de si se fabrica en Europa o fuera de Europa.

Desde AFBEL, defendemos que las materias primas utilizadas por los fabricantes de equipos eléctricos sean excluidas durante el periodo transitorio del CBAM hasta que los productos finales se incorporen a dicho sistema (CBAM) implementado en Bruselas para realizar el seguimiento de la huella de carbono de los productos importados en Europa.

Pasamos a hablar ahora de la situación del sector de bienes de equipo eléctrico en nuestro país. A lo largo de este año hemos sido testigos de importantes hitos que han contribuido a la consolidación de la electrificación de la economía. Hablamos de la implantación generalizada de los contadores inteligentes que ha permitido centralizar toda la información del usuario final de las redes eléctricas en una plataforma que proporciona la información necesaria para desarrollar correctamente la digitalización de las redes.

Nuestro nuevo reto se centra ahora en cómo el regulador va a retribuir las inversiones de dicha digitalización de las redes eléctricas.

En diversos países europeos, aunque sus sistemas regulativos han sufrido una adaptación al nuevo paradigma para el desarrollo de las redes eléctricas, se están encontrando serias dificultades para centralizar la información. En España, nos encontramos con un futuro incierto, pero prometedor. Si se llevan a cabo los cambios regulativos que venimos demandando en nuestro sector, dispondremos de un sistema eléctrico digitalizado y efectivo, dado que ya hemos conseguido el aspecto más difícil de solucionar, que es la centralización de los datos de la demanda eléctrica.

La competitividad de la economía nos exige ir un paso por delante. Y eso es lo que hacemos en AFBEL. Por ello, vemos muy beneficiosas las inversiones anticipatorias en las redes eléctricas que a medio y largo plazo redundarán sin duda en una disminución de los costes para el usuario final. No obstante, consideramos que este esfuerzo económico inicial debe ser asumido contra presupuestos generales de los Estados miembros con el objetivo de no sobrecargar al usuario final en su arranque.

De ahora en adelante nos toca trabajar en el incremento de la demanda. Tanto en la descarbonización de la industria como de los usuarios finales con el despegue y consolidación del vehículo eléctrico, de las bombas de calor, entre otros, para alcanzar el tan ansiado desarrollo sostenible en el tiempo.

La Asociación de Bienes de Equipo Eléctricos AFBEL representa a un conjunto de empresas que impulsan el desarrollo y el crecimiento del sector de los Bienes de Equipo Eléctricos de AT y MT, promoviendo la integración y utilización óptima de las tecnologías más eficientes del sector, con el objetivo de colaborar en el desarrollo energético de la sociedad española y su transición hacia un escenario más justo y ecológico a través de la eficiencia y resiliencia de sus infraestructuras eléctricas.

¿Está recuperando terreno la carbonización?

descarbonización y electrificación

Por Guillermo Amann,
Portavoz del Foro para la Electrificación, para El País Negocios

El último informe de la agencia de análisis e investigación en materia de energía Bloomberg New Energy Finance (BNEF) acaba de alertar sobre los limitados avances realizados por las grandes economías del mundo en el desarrollo e impulso de políticas de descarbonización durante 2023.

Estados Unidos y el conjunto de la Unión Europea más el Reino Unido, responsables de casi el 20% de las emisiones mundiales, no solo no lograron mejorar el desempeño de sus políticas de cero Carbono, sino que experimentaron una disminución de un 1% de media, es decir se produjo un retroceso.

Las razones para este estancamiento hay que buscarlas en el debilitamiento de las políticas públicas que abordan en los países desarrollados el reto de la descarbonización, o en los retrasos en su aplicación. Básicamente, la relajación afecta a la provisión de incentivos públicos y al desarrollo y mantenimiento de las regulaciones que bien incentivan el uso de soluciones bajas en carbono, o bien desincentivan las tecnologías intensivas en emisiones

Esta preocupante fotografía llegaba el mismo día que el Servicio Climático Copérnico (C3S) de la Unión Europea informaba de que el mes de marzo fue el más caluroso de la historia, y que la temperatura media del planeta es ya la más alta registrada. Y reclamaba urgencia y rapidez en la reducción de las emisiones de gas de efecto invernadero.

En este contexto, el informe confirma que se ha producido un relajamiento en las iniciativas, programas y políticas de descarbonización, y un aumento de la incertidumbre entre los consumidores, las empresas y los inversores con respecto al compromiso con la reducción de emisiones. Se ha perdido sensación de urgencia y se ha debilitado la información, haciéndola insuficiente o tardía, mientras surgen voces que argumentan contra la aceleración por razones económicas, técnicas o políticas, o que simplemente niegan la necesidad del cambio.

La supresión de subvenciones, el bajo ritmo de la electrificación de los consumos energéticos fósiles – como la calefacción y el transporte – y las dificultades para desarrollar instalaciones de energía renovable y sus infraestructuras, por la burocracia o la aplicación de normativas muy restrictivas, están lanzado un mensaje muy preocupante. En 2023 también empezó a sonar en círculos financieros un término que puede denotar esta tendencia, ESG Fatigue (cansancio).

Entre las recomendaciones de las políticas que deberían recobrar su impulso para hacer avanzar la transición energética, los expertos de Bloomberg destacan, a nivel económico, la eliminación gradual de las subvenciones a los combustibles fósiles y la elaboración de planes de fijación obligatoria de precios del carbón. 

Desde el punto de vista del sector energético, se llama al desarrollo de normativas sobre el uso del suelo que resulten justas y no sean excesivamente estrictas y limitantes para el desarrollo de las instalaciones renovables y las infraestructuras de la red eléctrica, así como la agilización de los procesos de concesión de permisos para proyectos en lugares que se consideren adecuados. Y vuelve a reclamar la revitalización de los incentivos a la producción, sea vía ayudas y créditos fiscales o medidas para aumentar la demanda de energías limpias y renovables.

Desde el Foro para la electrificación de España, que reúne a actores significativos del mundo energético que creen en la electrificación como vector prioritario para conseguir la descarbonización, volvemos a hacer un llamamiento para que no se rebaje el compromiso común con la electrificación de nuestra economía, y, al contrario, se impulse como prioridad con mayor decisión social, política y económica aún.

Se trata de una transformación compleja, pero urgente y necesaria, que requiere estar a la altura del desafío, tanto por parte de los actores empresariales como por la sociedad civil, que deben sumar esfuerzos para revertir la tendencia climática destructiva a la que nos enfrentamos. Es un momento de oportunidades históricas que bien aprovechadas revertirán en progreso, salud y futuro para todos, y para las generaciones futuras. En el centro de esta responsabilidad compartida y de las políticas energéticas, climáticas y socioeconómicas que sean necesarias, el sector eléctrico es un actor fundamental que ya ha demostrado que, si se quiere, se puede.

La transición verde necesita ingenieros, instaladores y abogados

  • Ingenieros de energías renovables, electricidad o medio ambiente, instaladores, montadores y abogados especializados en regulación son profesionales clave para alcanzar la descarbonización

Si hacemos caso a informes de diferentes organizaciones sobre el futuro del empleo que va a generar la transición hacia una economía más verde, nos encontramos con una ensalada de cifras en la que el denominador común es que todas son elevadas y tienen muchos ceros.

La Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) estima que se crearán 38 millones de puestos de trabajo a nivel global sólo en energías renovables y 74 millones de empleos relacionados con eficiencia energética, vehículos eléctricos e hidrógeno, todos ellos sectores de futuro pero que ya han despegado. Por lo que se refiere a España, calcula que el sector podría generar un total de 468.000 empleos a lo largo de la década, especialmente en las áreas de energía solar y eólica y sobre todo en Andalucía, Castilla y León y Aragón.

Ya hace tiempo que la ONU estimó en 12 billones de dólares las oportunidades de negocio que abre la sostenibilidad, que podrían generar 800 millones de nuevos puestos de trabajo en el mundo.

Plan Nacional

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) prevé un aumento neto en el empleo de entre 253.000 y 348.000 personas por año en España en el sector, unos 130.000 puestos de trabajo en el segmento de las renovables y hasta 100.000 en eficiencia energética.

Más cifras. El Foro para la Electrificación dice que las energías renovables darán empleo a ocho millones de personas en los próximos siete años en energías renovables, adicionales a los seis millones actuales, y estima para España una empleabilidad para los profesionales especializados cercana al 100% de aquí a diez años. Aunque para que esto ocurra tiene que ser realidad “que los países de todo el mundo cumplan plenamente los compromisos anunciados en materia de energía y clima”.

Desde el mismo Foro se asegura que “ser experto en energías renovables es una gran oportunidad laboral y una opción de futuro para los jóvenes que deciden ahora su carrera”. Según sus datos, en esta década van a hacer faltagraduados en Ingeniería de Energías Renovables, Electricidad, Informática, Medio Ambiente y Telecomunicaciones. Además de profesionales cualificados en instalación y mantenimiento eléctrico y fotovoltaico, mecatrónica (armonizar componentes electrónicos y mecánicos a partir de la informática, la mecánica, los sistemas de control y la electrónica), programadores de Scadas (herramienta de automatización y control industrial) y también abogados especialistas en aplicación de normativas, dada la cascada de nuevas regulaciones a nivel europeo, nacional y autonómico.

Prueba de la necesidad de profesionales verdes es que el 80% de las empresas y el 69% de los municipios encuestados por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en su EIB Investment Report afirman que carecen de profesionales con habilidades de evaluación ambiental y climática.

Trabajo híbrido

No sólo el tipo de profesionales requeridos va a ser clave en la descarbonización, también la forma en que éstos desarrollen sus tareas. El trabajo híbrido podría llegar a reducir las emisiones de carbono hasta en un 70%, según un estudio de IWG llevado a cabo en ciudades como Londres (donde la reducción sería del 49%) o Atlanta (del 90%). Ya que “un desplazamiento habitual de cinco días por semana al centro es lo que más emisiones de carbono genera”. En España, según datos de la OCU, el 47% de los ciudadanos usaba el coche el año pasado para asistir al trabajo.

FUENTE: Expansión

España remite a la Comisión Europea su propuesta para reformar el mercado eléctrico europeo

  • Propone el desarrollo de mercados a plazo de energía y de servicios de capacidad y flexibilidad, adaptados a las necesidades de cada país

  • El mercado diario funcionará como hasta ahora, pero los generadores se regirán por contratos que reflejen el coste medio del suministro

  • En tanto se implementa la reforma del mercado eléctrico comunitario, España y Portugal solicitarán la prórroga del Mecanismo Ibérico

El Consejo de Ministros ha abordado la propuesta elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) para reformar el mercado eléctrico europeo, al objeto de rebajar los precios y reducir la volatilidad, a la vez que se avanza en el proceso de descarbonización, garantizando en todo momento la seguridad de suministro y repartiendo los costes de un modo más justo entre productores y consumidores. La propuesta se remitirá a la Comisión Europea para que sea analizada por las instituciones comunitarias dentro del proceso de transformación de los mercados energéticos desencadenado por la guerra en Ucrania.

Basada en el desarrollo de los mercados a plazo de energía y de servicios de capacidad y flexibilidad, adaptados a las necesidades de cada país o región, la propuesta permite solucionar los problemas del diseño actual: escaso peso de los mercados a plazo, precios elevados que no reflejan los bajos costes de las energías renovables, beneficios extraordinarios en las tecnologías no contestables y señales inadecuadas para orientar la inversión.

 

Fomento de los mercados y la contratación a plazo

Un mercado a plazo aportará una estabilidad que no ofrecen los actuales mercados de futuros, estableciendo, mediante subastas, contratos por diferencias con los generadores de renovables, que percibirán un precio fijo durante toda la vida útil de las instalaciones, de un modo similar al sistema aplicado en España. En consecuencia, la generación renovable reflejará los costes medios de las instalaciones, garantizando su rentabilidad y trasladando la rebaja a los consumidores.

Aquellas tecnologías no contestables, en las que apenas hay competencia, por escasez de recurso o falta de apoyo social y político, como hidroeléctricas y nucleares, el contrato por diferencias se materializará a un precio regulado. Con ello se podrían reducir los precios de los consumidores inmediatamente, a la vez que se ofrece seguridad, visibilidad y estabilidad de ingresos a los generadores, sin que obtengan beneficios extraordinarios.

 

Mercados de capacidad

Estos contratos por diferencias a largo plazo se complementan con el desarrollo de mercados de capacidad que retribuyan a las instalaciones de generación y de almacenamiento, o a la gestión de la demanda, por estar disponibles y garantizar el suministro. La normativa de la UE ya prevé estos mercados, pero sólo como instrumentos excepcionales, temporales y de último recurso, por lo que es necesario facilitar y agilizar su implementación.

España, en suma, propone mantener el mercado a corto plazo actual (diarios intradiarios y servicios de ajuste), que seguirá funcionando como hasta ahora, proporcionando señales eficientes de precios y de despacho. Sin embargo, los ingresos de los generadores se regirán por los contratos a largo plazo que reflejen el coste medio del suministro.

Para llevar a cabo la reforma es necesario modificar la normativa europea. En tanto se materializa, España y Portugal van a proponer la extensión del Mecanismo Ibérico para seguir protegiendo a los consumidores del ineficiente diseño actual.

Ingeteam contribuye a una electrificación más cibersegura

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El sector de la energía está inmerso en un profundo cambio impulsado por la descarbonización, la transición energética y la integración de energías renovables

En este contexto, la digitalización de la red juega un papel fundamental. Los equipos y sistemas que controlan y automatizan la red eléctrica deben digitalizarse e incorporar tecnologías y elementos de comunicación que permitan su acceso desde cualquier punto de la red. Dotar de inteligencia a la red eléctrica, conlleva asociado el reto de garantizar que su conectividad se lleve a cabo de manera segura, minimizando los riesgos de ciberataques o accesos no autorizados.

En Ingeteam hemos liderado el proyecto TrueValSec (Trust Technologies for Smart Grid value chain Cybersecurity), colaborando junto con otras empresas del sector y cuyo objetivo ha sido el de desarrollar nuevas tecnologías en materia de ciberseguridad para las redes inteligentes del futuro. El proyecto ha trabajado sobre la tesis de una ciberseguridad defensiva teniendo en cuenta todos los elementos que forman la cadena de valor, estableciendo mecanismos de defensa como son los sistemas de cifrado de baja latencia, para tratar que la red eléctrica sea impenetrable.

El proyecto ha contado con el apoyo del Gobierno Vasco a través del programa de apoyo a la I+D Hazitek 2021 y la cofinanciación de la Unión Europea a través de los fondos FEDER.

 

Digitalización de las redes e inversiones tractoras en economía verde, los dos retos del 2021 para el sector de bienes de equipo eléctrico

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Por Mar Duque, Directora General de AFBEL, para el ‘Balance 2020 y Perspectivas 2021′ de Energética XXI

2020 ha sido el año en que el sector de bienes de equipo eléctrico demostró ser esencial e imprescindible para mantener el suministro de las redes y de las infraestructuras indispensables para la economía y la sociedad. Durante el confinamiento a consecuencia de la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, todo tipo de servicios críticos aseguraron la continuidad de sus sistemas eléctricos gracias a los operadores de transporte y distribución y a los de generación eléctrica, a quienes sus proveedores de tecnología facilitaron los suministros esenciales para que la infraestructura eléctrica española no haya sufrido disrupción alguna durante este periodo crítico que continuamos viviendo.

Así, el sector dio soporte con sus productos a todos los operadores del sistema de transporte y distribución (incluidas las pequeñas compañías distribuidoras locales), junto a los operadores de generación eléctrica renovable y convencional e instaladores y otros clientes que permitieron dotar de energía eléctrica a grandes consumidores como hospitales, supermercados, aeropuertos o incluso el hospital de IFEMA y otras muchas infraestructuras sanitarias implementadas en tiempo record, que en su momento fueron, y continúan  tan imprescindibles y cruciales exigiendo una calidad y continuidad ejemplar del servicio eléctrico.

Esto fue posible gracias al esfuerzo que se está llevando a cabo en España por parte de los operadores del sistema para contar con una red eléctrica resiliente y un sector tecnológico potente, competitivo y de altísima cualificación. En los últimos 10 años, se han logrado enormes avances en la mayoría de los sectores de la transición energética que han desarrollado nuevas tecnologías digitales y cadenas de valor potentes, reduciendo además significativamente el coste de la transición, para adaptarse a los nuevos avances tecnológicos como los vehículos de cero emisiones y sus infraestructuras de recarga, así como los sistemas digitales asociados que permiten hacer factible el rol activo de los consumidores a través del despliegue de la generación distribuida.

Aprobación de la Ley de cambio climático y aumento significativo del límite para la inversión en activos de distribución, las medidas más relevantes para relanzar la economía

Este año también hemos asistido a diversos cambios regulatorios. La implementación del Plan Nacional Integrado de Energia y Clima (PNIEC), los objetivos de penetración de fuentes renovables (especialmente eólica y fotovoltaica) y la “democratización” del sistema eléctrico con la facilitación del autoconsumo y el empoderamiento del consumidor se han configurado como los nuevos desafíos a afrontar por parte de la que cada vez debe ser más inteligente red de distribución de media y baja tensión.

Con la llegada de la nueva normalidad, se ha hecho más patente la posibilidad de relanzar la economía tras la COVID-19 apostando por aquellos segmentos que fueran capaces de desencadenar nuevos modelos económicos sin renunciar a los objetivos climáticos ni a los planes para la necesaria transición energética. La transición a una economía climáticamente neutra debe basarse en la utilización de los recursos renovables, que comportan indefectiblemente un traspaso decidido de toda la economía hacia el único vector energético susceptible de sustentarse únicamente en fuentes ecológicamente neutras: el vector eléctrico.

Por este motivo, en mayo pasado la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión (AFBEL) presentó al Gobierno una propuesta de 18 medidas que podrían incentivar la inversión en el tejido eléctrico español, ya que este posee el potencial de generar empleo altamente cualificado y de calidad y sustentar el crecimiento económico mejorando el mix energético hacia la descarbonización, sin renunciar a los altos estándares de calidad de servicio a los que los consumidores españoles estamos acostumbrados.

Entre las medidas específicas para el entramado eléctrico español (integrado por operadores de transporte y distribución, proveedores de tecnología de red y toda su cadena de valor y proveedores de soluciones y sistemas inteligentes), destacaba la aprobación de la Ley de Cambio Climático. Por ello, la tramitación cada vez más urgente de la aprobación de dicha Ley traerá consigo la reactivación de sectores de alto valor añadido con contenido nacional, a la vez que impulsará la electrificación de la economía con la consiguiente necesidad de inversión en el refuerzo y digitalización de la infraestructura eléctrica.

La segunda medida específica más relevante es el aumento de al menos un 30% del límite regulado para la inversión en activos de distribución para así poder gestionar un alto grado de integración de fuentes renovables embebidas en todos sus niveles de tensión, al tiempo que soportar las solicitudes de nuevos consumos y servicios como recarga inteligente de vehículos, servicios de flexibilidad, agregación y gestión de la demanda.

Un tercer grupo de medidas propuestas por AFBEL lo constituyen la agilización y reducción de plazos del proceso administrativo para la instalación de nuevas instalaciones eólicas y fotovoltaicas, así como para la instalación de puntos de acceso público de recarga del vehículo eléctrico.  Otras medidas que entran en este apartado son la promoción de la renovación del parque de sistemas de alimentación ininterrumpida, atenuación responsable del término potencia en puntos de carga rápida del vehículo eléctrico y extremar los mecanismos de vigilancia de mercado para garantizar la legislación vigente en cuanto a Eco diseño, Modelo de Uso, etc.

Ninguna de todas estas medidas propuestas implica coste alguno para las administraciones públicas.

En cuanto a medidas que requieren inversión pública, destacan un plan para renovar transformadores de más de 25 años por maquinas más eficientes de última generación, ayudas fiscales para la exportación de productos fabricados en España; así como incentivos a los programas de I+D+i relacionados con la potenciación de energía segura, limpia y eficiente y la movilidad sostenible.

 

Nuevas iniciativas de empresas tractoras que arrastren hacia la nueva economía verde

El próximo año 2021 llega con nuevas incertidumbres y en un momento de crisis global sin precedentes. La industria española de bienes de equipo eléctrico sigue exhibiendo un fuerte efecto tractor sobre su cadena de valor nacional y la economía local, dada su elevada inversión en I+D, casi dos veces superior respecto a la media de la industria manufacturera, especialmente en sectores estratégicos en un futuro cada vez más digital y eléctrico.

Relanzar y preparar a la industria y a la sociedad para la nueva economía mundial, más sostenible, digital, eficiente y resiliente, es primordial ante la severidad de la crisis económica provocada por la pandemia. Por este motivo, los fabricantes agrupados en AFBEL proponen una oportunidad industrial real para el relanzamiento de la economía en la era post-COVID y demandan un marco regulatorio ambicioso y adecuado al momento que estamos viviendo que sea capaz de facilitar la transición energética.

La industria española del sector dispone del conocimiento, de la tecnología y de la cadena de valor nacional para realizar dicha transformación energética, económica y social contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. La cadena de valor nacional asociada representa, en tecnología y productos, más del 65% de las inversiones en renovables y del 90% del de las redes.

Antes de la irrupción de la COVID-19 se calculaba una inversión en redes en España de entre 38.000 y 46.000 millones de euros hasta 2030 mientras que la generación renovable traería consigo inversiones adicionales cercanas a los 7.000 millones de euros en equipos eléctricos por la descarbonización, la modernización y digitalización. Según estas cifras, la comercialización de equipos eléctricos derivados de las inversiones en redes y nueva generación renovable pasaría de 25.000 millones de euros a 32.000 millones según el estudio realizado por Monitor Deloitte para AFBEL.

También es necesario destacar que este sector se ha enfrentado a una bajada de la rentabilidad y competitividad ya que sus precios se han mantenido estables pese a la bajada de productividad y al incremento de las medidas de seguridad impuestas por la pandemia. Por otra parte, las extraordinarias inversiones en logística y, en paralelo, la volatilidad del precio de las materias primas ha provocado un aumento considerable de los costes en un sector de márgenes ajustados.

El paso de proyectos pilotos a despliegues masivos de la tecnología de red contribuirá decisivamente no sólo a la recuperación de este sector sino también de la economía y de nuestro tejido productivo. Hay que destacar que la industria española de bienes de equipo tiene un fuerte componente exportador que comparte liderazgo internacional con sus homólogos de los países tractores de Europa.

Como ante cualquier crisis, la recuperación económica sólo puede venir con inversiones masivas para proteger y crear empleos cualificados y de calidad apoyando a todas las regiones sin excepción, a sus empresas y sub-sectores. Los fabricantes de bienes de equipos eléctrico de media y alta tensión se encuentran en disposición de afrontar la recuperación con la capacitación y solvencia suficientes para contribuir a aliviar los efectos negativos que la pandemia sigue ocasionando en nuestra economía.

En definitiva, el avance hacia descarbonización global, alcanzando los objetivos de 2030 y 2050 y consiguiendo los niveles más altos de eficiencia energética, podrá ser una realidad si, y solo si, se incorpora una mayor penetración del vector energético eléctrico, con la integración de más renovables y la necesaria adaptación de las redes en inteligencia y resiliencia. La electrificación de los usos finales beneficia a los ciudadanos y al tejido industrial español contribuyendo además a la mejora de la calidad del aire en nuestros municipios asegurando un futuro más sostenible a las generaciones venideras.

AFBEL aplaude la creación de un Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico que contribuya a la descarbonización y fomente la competitividad

Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico

La electrificación de la demanda es uno de los objetivos del PNIEC 2021-2030 y el proyecto de ley anunciado por el Gobierno contribuirá al progreso de la electrificación de los sectores difusos, reduciendo sus emisiones y mejorando la eficiencia energética en lo usos de la energía de la que se beneficiarán los consumidores

El lanzamiento del anteproyecto de Ley para la creación de un Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico contribuirá al progreso de la electrificación de los sectores difusos, reduciendo sus emisiones y mejorando la eficiencia energética en los usos de la energía de la que se beneficiarán todos los consumidores según ha anunciado AFBEL, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión, que aplaude este tipo de iniciativas por arrastrar a la industria y sociedad hacia una nueva economía verde.

Con este Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, que se pondrá en marcha en los próximos cinco años, se van a cubrir parte de los costes regulados que financian las primeras generaciones de renovables, la cogeneración y los residuos de la factura eléctrica. Esto permitirá el abaratamiento del recibo de la luz que beneficiará por un lado a todos los consumidores domésticos, en especial a los más vulnerables, y favorecerá por otro lado la competitividad de la industria nacional, especialmente la de los consumidores electro intensivos.

Según Guillermo Amann, Presidente de la Asamblea General de AFBEL, “al abaratar a la sociedad el consumo de la luz, se consigue dar una señal clara al ciudadano y a la industria a la hora de decidir apostar por la energía limpia en forma de electricidad”. De un lado, los productos domésticos sin emisiones como el vehículo eléctrico o la calefacción con bomba de calor serán más atractivos para el consumidor de a pie, mientras que, desde el punto de vista de la industria, se mejorará el retorno de la inversión de sus procesos de descarbonización. “Esto fomentará la apuesta decidida de la sociedad por la electrificación de la economía. Apuesta que soportan decididamente los fabricantes de bienes de equipo eléctrico españoles”, explica Amann.

El hecho de que todos los usos de la energía contribuyan al sostenimiento del coste de las renovables, la cogeneración y los residuos viene a reconocer una distribución más equitativa de los costes ambientales y se puede considerar un paso importante para una transición energética justa.

Por ello, AFBEL entiende que se trata de una medida razonable, equitativa, que equilibra el terreno de juego y que está en línea con el principio de neutralidad tecnológica, de manera que todos los vectores energéticos contribuyan a la descarbonización y no solo el vector eléctrico, penalizado hasta ahora con la mayor parte de los costos de la ineludible transición energética.

Para AFBEL esta iniciativa está alineada con las recomendaciones del Semestre Europeo entre las que se ve reflejada la necesidad de que España acometa una reforma fiscal para facilitar una economía baja en carbono, internalizando el daño medioambiental. “Queremos señalar que la recepción de fondos europeos del Plan de Recuperación está ligada a la concreción de políticas coherentes con las recomendaciones del Semestre Europeo” comenta Guillermo Amann.

Finalmente, esta medida sigue la línea de las que se han adoptado en otros países de nuestro entorno como Alemania, Dinamarca y Francia, que están dando pasos para implementar reformas fiscales medioambientales basadas en el principio de “quien contamina paga”, o lo que es lo mismo, introducir un impuesto sobre las emisiones netas reales de CO2 para que los combustibles fósiles contribuyan a financiar las energías renovables, reduciendo así los cargos que por ellas pagaban todos los consumidores de electricidad en sus facturas.

#webinarsAELEC: “La electrificación, tractor de la recuperación económica”

WebinarsAELEC

Los planes de salida de esta crisis deben ser una oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida y un motor para transformar nuestra economía, de forma que sea más competitiva y resiliente a los efectos adversos, como los provocados por esta crisis sanitaria.

El proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, recién enviado al Congreso, y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) constituyen dos de las piezas normativas básicas en las que se incluyen un conjunto de medidas que son las que marcan los planes de descarbonización de la sociedad y son ahora la hoja de ruta de un programa que puede servir para fijar las medidas de recuperación de la economía. Con ello seremos capaces de contribuir a recuperar la senda del crecimiento económico y la creación de empleo de calidad y también estaremos sentando unas bases sólidas para lograr un futuro sostenible.

La electrificación de la economía será fundamental para lograrlo como demuestran el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética y el PNIEC, así como el Pacto Verde Europeo (European Green Deal), que también incide en la importancia de acometer “inversiones verdes” como palancas del crecimiento europeo y garantía de su sostenibilidad.

 

AFBEL aplaude la tramitación de la Ley de Cambio Climático para impulsar la electrificación de la economía

ley de cambio climático

AFBEL agradece al Ministerio de Transición Ecológica esta decisión ya que se trata de la primera de las medidas que ha presentado para reactivar las inversiones en el tejido eléctrico español

 La Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión (AFBEL) ha recibido con entusiasmo la aprobación en el Consejo de Ministros de la Ley de Cambio Climático, a la vez que agradece al Ministerio de Transición Ecológica haber escuchado su propuesta, ya que se trataba de la primera de las medidas que la asociación había propuesto para reactivar las inversiones en el tejido eléctrico español.

Para AFBEL, la aprobación de la Ley de Cambio Climático traerá consigo la inversión en sectores de alto valor añadido con contenido nacional, a la vez que impulsará la electrificación de la economía con la consiguiente necesidad de refuerzo e inversión en la infraestructura eléctrica. La transición a una economía climáticamente neutra debe basarse en la utilización de los recursos renovables, que comportan indefectiblemente un traspaso decidido de toda la economía hacia el único vector energético susceptible de sustentarse únicamente en fuentes ecológicamente neutras: el vector eléctrico.

El tejido eléctrico español, compuesto por operadores de transporte y distribución, proveedores de tecnología de red y toda su cadena de valor y proveedores de soluciones y sistemas inteligentes, ha demostrado su potencial para generar empleo de calidad y sustentar el crecimiento económico mejorando el mix energético hacia la descarbonización. Por esta razón, desde AFBEL consideramos necesario apostar por aquellos segmentos que sean capaces de desencadenar nuevos modelos económicos sin renunciar a los objetivos climáticos ni a los planes para la necesaria transición energética.

Finalmente, la industria de fabricantes de bienes de equipo eléctricos quiere agradecer también al Gobierno haber sido considerado un sector esencial de interés público en la alerta sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 para asegurar en todo momento que los operadores del sistema eléctrico tuvieran a su disposición todo lo que les permitiera mantener la red en perfecto estado de funcionamiento.

Sin incentivar adecuadamente la inversión en redes eléctricas de distribución no se alcanzarán los objetivos del PNIEC

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La Unión Europea ha marcado objetivos ambiciosos hacia la descarbonización de la economía, que en España se plasman en el PNIEC. Tales objetivos solo se conseguirán mediante la electrificación de la economía, ya que es la electricidad el vector energético que ha demostrado más alta capacidad de integración de fuentes renovables

AFBEL va a presentar a la CNMC, antes del 9 de agosto, sus alegaciones a las propuestas que ésta presentó el pasado viernes.

La Comisión Nacional de Mercados y Competencia ha presentado, en forma de circular, sus propuestas en relación A la metodología de cálculo de las tasas de retribución de las inversiones en redes para el periodo regulatorio 2020-2025.

La integración masiva de fuentes renovables, el autoconsumo y generación distribuida, la electrificación de transporte en general y el despliegue de infraestructura de carga del vehículo eléctrico, elevan sustancialmente el nivel de exigencia sobre la red de distribución y conllevan, ineludiblemente, el refuerzo y la digitalización de la misma. El propio PNIEC valora en más de cuarenta mil millones de euros la necesidad de inversión en red hasta 2030.

Solo mediante la adecuada y justa incentivación de la inversión, a través de una tasa de retribución adecuada, se podrán sentar las bases de una red de distribución adaptada a los retos de la descarbonización.

Por el contrario, la propuesta de la CNMC no solo propone una importante bajada de la tasa de retribución de la inversión, sino que aplica a las ineludibles inversiones en digitalización de la red el mismo factor reductor que aplica a los costes de operación y mantenimiento.

Desde AFBEL estimamos que ambos factores van a desincentivar la inversión poniendo freno a la necesaria modernización de la red de distribución y al desarrollo de las tecnologías que los fabricantes de AFBEL ofrecen por todo el planeta en las mejores condiciones competitivas y de vanguardia tecnológica.

Por tales motivos, AFBEL ofrece a la CNMC colaborar en un desarrollo regulatorio que asegure la adecuación de nuestras infraestructuras de red y el desarrollo de nuestro sector.