AFBEL advierte del impacto negativo del Real Decreto Ley 7/2021 en los costes industriales de electricidad y en la competitividad

política energética

 

La asociación demanda como primera medida aclaratoria la exclusión de la aplicación del RDL 17/21 a todos los contratos bilaterales a precio fijo para proteger la seguridad jurídica

AFBEL, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctrico, llama a la acción ante el previsible impacto negativo en los costes industriales de electricidad de la aplicación del Real Decreto Ley 17/2021 pues supone de facto la creación de una nueva tasa a toda la energía eléctrica no emisora, proporcional a la subida del coste del gas.

La política energética juega un papel clave en la competitividad de la economía española. Fuentes de AFBEL aclaran que la nueva tasa representa una modificación, sin previo aviso, de las reglas del juego existentes, afectando tanto a los contratos ya firmados a precios inferiores a los del mercado actual como a la futura contratación de electricidad que estará sujeta la volatilidad de los precios. “Nuestras empresas necesitan un entorno regulatorio estable y conocido, sobre todo, en estos momentos de inicio de recuperación económica tras los efectos sufridos por la pandemia”, señala Guillermo Amann, presidente de la Asamblea General de AFBEL.

Al mismo tiempo AFBEL advierte que la consecuencia más grave para el sector de tecnología para la red eléctrica de transporte y distribución, por la inmediatez de su repercusión, es la inseguridad jurídica derivada de la adopción del RDL 17/2021. Ya se han producido anuncios de reducción o paralización de inversiones en el ámbito de la generación eléctrica y muy especialmente en el sector de la generación renovable, que afectarán de forma significativa a diferentes sectores industriales.

Por estas dos razones, AFBEL demanda como primera medida aclaratoria la exclusión de la aplicación del RDL 17/21 a todos los contratos bilaterales a precio fijo, para proteger la seguridad jurídica y la actividad de las empresas en general y del sector de bienes de equipo eléctrico en particular. Según Guillermo Amann “tal exclusión, se debería aplicar no solo a los contratos previos a la aplicación del Real Decreto sino a sus futuras renovaciones e incluso a los nuevos contratos a plazo”.

Dado que el sector que AFBEL representa depende en gran medida de las inversiones en generación eléctrica, la asociación también pide que se clarifique la afectación de la aplicación del RDL para evitar una fuga de inversiones en el sector de renovables, que supondría una catástrofe en competitividad y el empleo en el mercado de los bienes de equipo eléctrico, además de dificultar el cumplimento de los objetivos establecidos por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030.

Finalmente, AFBEL considera que sectores como el suyo son claves para la deseada Transición Energética como actor fundamental en el diseño y la fabricación de equipos y sistemas para la red eléctrica de transporte y distribución, y, por tanto, deberían ser consultados previamente a la adopción de medidas normativas que, como este Real Decreto Ley, pueden llegar a resultar tan lesivos para su actividad. “La política energética debe estar totalmente alineada con las necesidades industriales y poner su foco en la competitividad económica y en la protección medioambiental, sin menoscabo de ninguna de las dos” puntualiza Amann.

La patronal de bienes de equipo eléctrico también ha planteado necesidad de alcanzar un Pacto de Estado, alejado de apriorismos y con visión de futuro que dote de estabilidad a la política energética a largo plazo y lleve a cabo la reforma del actual sistema de fijación de precios en el mercado mayorista.

La industria europea de los transformadores eléctricos confirma su situación de incertidumbre ante la subida de los precios de las materias primas

transformadores

Este sector, que mueve en la actualidad cerca de 3.700 millones de euros en la UE, es la piedra angular de la transición energética hacia una red más eficiente y digital

La industria europea de transformadores eléctricos, parte central del sistema energético, se enfrenta a una situación de incertidumbre sin precedentes ante la fuerte subida de los precios de las materias primas, su escasez y volatilidad, así como los problemas de transporte en un momento en el que, además, está afrontando una mayor digitalización de la red eléctrica, tal y como adelantó AFBEL, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión.

Actualmente, el mercado de los transformadores eléctricos mueve un volumen cercano a los 3.700 millones de euros. Su producción en Europa se valora en aproximadamente 4.700 millones de euros lo que le convierte en un sector netamente exportador.

La sociedad y la economía exigen un suministro de energía eléctrica de calidad y sin disrupciones que debe verse comprometido. Adicionalmente, el avance del cambio climático ejerce aún más presión sobre la resiliencia de la red. De hecho, la UE designó la generación, transporte y distribución de electricidad como infraestructuras críticas desde el inicio de la pandemia.

Garantizar el ecosistema de tecnología de energía limpia en Europa que pueda respaldar la transición energética hacia una Europa climáticamente neutra para 2050, debe ser prioritario ante las inversiones a gran escala que están acometiendo las redes eléctricas de Europa y también en España, confirma Mar Duque, Directora General de AFBEL.

La volatilidad de los precios de las materias primas, su escasez y los problemas en el transporte están poniendo en jaque a la industria de los transformadores, que es crítica para la economía y la sociedad

Son tres los factores que están generando una tensión masiva en la cadena de suministro de la industria europea de transformadores: la impredecible evolución de los precios de las materias primas con aumentos de entre el 25 y 50% de los principales materiales como acero, aluminio, cobre y chapa magnética; la escasez de materias primas por la dinámica del mercado chino y las sucesivas olas pandémicas en Europa, especialmente de aluminio y cobre; y la crisis del transporte internacional con congestiones portuarias, baja disponibilidad de capacidad y también mayores tiempos de transporte terrestre debido a las medidas sanitarias en Europa.

Esta repentina evolución de los precios de las materias primas básicas no se refleja en ningún índice o contrato de material de referencia, lo que pone en riesgo a los fabricantes y, por lo tanto, pone en peligro la estabilidad general del ecosistema de la red eléctrica.  “Los esfuerzos de los fabricantes europeos para asegurar la cadena de suministro y mantener su nivel de servicios están, en consecuencia, impactando masivamente en los costes y la competitividad tanto en los mercados locales y como de exportación”, subraya Mar Duque.

Por otra parte, la industria europea de los transformadores está experimentando un proceso de cambio ante la adaptación del nuevo reglamento de ecodiseño que entró en vigor el pasado 1 de julio de 2021. Esta transición se ha derivado en un nivel de mayor demanda y actividad por parte de los fabricantes en los últimos meses para poder estar preparados para los nuevos requerimientos.

Según advierte T&D Europe, la voz de los proveedores de tecnología de red de Europa, este duro periodo de volatibilidad e incertidumbre está debilitando la industria de los transformadores y requiere una estrecha colaboración entre todos los actores del sector energético para preparar el futuro de la energía europea.