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Avances y retos de la digitalización de las redes eléctricas de distribución en España para descarbonizar el sistema energético

Presentación informe La digitalización de las redes eléctricas de distribución en España

El informe ‘La digitalización de las redes eléctricas de distribución en España’, elaborado por el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas y publicado por Fundación Naturgy, sostiene que la digitalización de las redes de distribución facilitará la participación de los usuarios en la descarbonización y permitirá garantizar el suministro de forma más sencilla. Sin embargo, según la reciente publicación, los avances en la monitorización y control de las redes de distribución eléctrica en España siguen siendo insuficientes para operar una red con masiva incorporación de recursos energéticos distribuidos y para integrar a todos los participantes en el sistema.

En España, gracias al despliegue de contadores inteligentes, muchas distribuidoras ya utilizan técnicas de big data y algoritmos de machine learning en sus sistemas centrales para extraer información de la gran cantidad de datos que reciben diariamente. Según el estudio, prácticamente la totalidad de los consumidores domésticos suministrados por una distribuidora de más de 100.000 clientes ya disponen de un contador inteligente en España.

Despliegue de contadores inteligentes en Europa
España es uno de los países mejor posicionados en Europa en instalación de contadores inteligentes.

Sin embargo, este despliegue de contadores inteligentes no ha sido uniforme en la Unión Europea. España, junto a Italia y los países escandinavos, está a la cabeza con una implantación casi completa de contadores inteligentes, en Alemania todavía no se han instalado ya que el análisis coste-beneficio resultó negativo, e Italia, que fue pionera en Europa, ya está planificando el despliegue de la segunda generación de estos contadores.

Mejora de la conectividad

A pesar de que España es uno de los más países avanzados en la instalación de contadores inteligentes, los autores del documento afirman que las redes eléctricas de distribución siguen estando poco automatizadas en comparación con la infraestructura asociada a otras industrias. “Aunque el despliegue de los contadores inteligentes en España ha constituido un gran impulso hacia la digitalización, todavía ha de mejorarse su conectividad para que se puedan utilizar en la operación en tiempo real o a corto plazo de la red. Sin olvidar que para esta operación en tiempo cuasi real también es necesario una alta capacidad de las comunicaciones”, señalan los autores del informe.

Gráfico zonas urbanas y rurales
Número de puntos de suministro en las zonas urbanas y rurales. Tiempo de
Interrupción Equivalente a la Potencia Instalada (TIEPI) en las zonas urbanas
y rurales. Datos de 2018 para España.

Una de las principales dificultades a las que se enfrenta la distribución eléctrica es su extensión en comparación con otras infraestructuras eléctricas, como la red de transporte. En 2017, esta diferencia era cerca de 743.000 km de línea eléctrica.

La red de distribución eléctrica suministra tanto a zonas urbanas como rurales, con casi 24,8 y 4,5 millones de puntos de suministro en España, respectivamente. El informe destaca las diferencias entre las zonas rurales y urbanas. En las primeras, la conectividad, que puede proveer una infraestructura externa de comunicaciones, puede ser escasa y la poca densidad de población puede causar una baja rentabilidad de las inversiones digitales en estas áreas. En las zonas urbanas, a pesar de que típicamente disponen de una mejor conectividad, la red de distribución suele estar soterrada (por motivos ambientales, estéticos, y urbanísticos, principalmente), por lo que resulta difícil disponer de una cobertura inalámbrica. En España, en promedio, el 36,5% de las líneas eléctricas en distribución son subterráneas frente al 4,4% que supone en la red de transporte.

Los desafíos para la digitalización de las redes de distribución

Además de la extensión, el informe analiza otros desafíos para la digitalización de las redes de distribución. El estudio sostiene que los beneficios de la digitalización para acelerar la transición energética son importantes, pero también son muchos los retos que representa este proceso, como la regulación, la madurez de la tecnología y la ciberseguridad, entre otros factores.

La mejora de las competencias digitales y una mayor cultura digital en las empresas de distribución son otros retos de la digitalización, no solo para su gestión, sino también en el ámbito de la ciberseguridad, por la criticidad de la infraestructura y su dispersión geográfica.

Las necesidades de formación podrán evolucionar con el desarrollo tecnológico y grado de implantación de las nuevas soluciones. Por ejemplo, es necesaria la formación en ciberseguridad, sistemas de comunicaciones y plataformas digitales, que están ya en una fase de desarrollo madura y de aplicación masiva. Por su parte, el IoT y el mantenimiento avanzado de los equipos están ya maduros, pero aún no son de aplicación masiva, por lo que será necesaria formación en estas áreas a medio plazo. Además, tecnologías como el blockchain y la inteligencia artificial tienen potencial, pero son todavía incipientes, siendo preciso enfocar los recursos a la investigación en estas áreas.

Asimismo, la ciberseguridad adquiere una relevancia especial. Sin embargo, aún queda camino por recorrer para establecer los mecanismos que permitan a las empresas de distribución y a los reguladores evaluar adecuadamente los riesgos asociados a la ciberseguridad, así como los costes y beneficios asociados de acometer acciones de mejora en este aspecto. Según el informe, solo si la alta ciberseguridad de la tecnología queda demostrada, la empresa distribuidora estudiará su implantación a gran escala.

Los costes de la digitalización

La evaluación de los costes de la digitalización tampoco está exenta de dificultades. En muchas ocasiones las empresas de distribución han de valorar el despliegue de tecnologías o soluciones que aún están en desarrollo, a lo que se añade la posibilidad de obsolescencia temprana una vez realizada la inversión.

La digitalización trae consigo importantes beneficios para las empresas de distribución, en forma de reducción de costes operativos, pero también para los consumidores finales y la sociedad en su conjunto. No obstante, no deben infravalorarse los costes asociados a la digitalización, tanto en términos de inversiones (sensores, actuadores, etc.) como de costes operativos (software, ciberseguridad, etc). En este sentido, la digitalización de las redes de distribución ha de producirse de manera progresiva y guiada por una evaluación cuidadosa de los costes y beneficios asociados.

El informe afirma que la transformación digital de la distribución eléctrica no puede llevarse a cabo de un día para otro de manera completamente disruptiva; requiere que las tecnologías digitales que se implementen sean compatibles con los dispositivos y sistemas ya instalados o, al menos, que sean capaces de coexistir y de funcionar en paralelo. Según los autores, “esta implementación paulatina también se debe, en gran parte, a que se trata de un sector regulado, y por ello la digitalización plantea una serie de necesidades regulatorias que deben abordarse”.

Necesidades regulatorias

El Paquete de Energía Limpia de la UE de 2019 incluía aspectos relevantes para la digitalización de las redes eléctricas, pero España aún tiene pendiente varios desarrollos y cambios legislativos para fomentar unas redes de distribución digitalizadas y unos usuarios activos.

El informe indica que la regulación debe fomentar el despliegue de medidores inteligentes y los sistemas de gestión y control que permitan señales de precio dinámicas, eliminar barreras para el desarrollo de consumidores activos y comunidades energéticas locales, y asegurar el intercambio de información y la interoperabilidad de los sistemas.

La digitalización se sostiene sobre tres pilares relacionados entre sí: sensores y actuadores, conectividad y tratamiento de datos. La digitalización de la distribución eléctrica está fuertemente relacionada con el concepto de red eléctrica inteligente. El informe añade que no existe un punto final del proceso de transformación digital, ya que las tecnologías están en constante evolución y siempre habrá margen para la actualización y optimización.


FUENTE: SMART GRIDS INFO

El Gobierno presentará un Real Decreto para impulsar la digitalización del sistema energético

digitalización redes eléctricas

El subdirector general de Energía Eléctrica del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Carlos Redondo, ha anunciado este martes que el Gobierno presentará en las próximas semanas un Real Decreto para asignar fondos europeos para impulsar las inversiones en la digitalización del sistema energético

El anuncio se ha producido en la presentación del informe ‘La digitalización de las redes eléctricas de distribución en España’, elaborado por el Instituto de Investigación Tecnológica (IIT) de la Universidad Pontificia Comillas y presentado hoy por la Fundación Naturgy.

Redondo ha señalado que «la digitalización no es un fin en sí mismo», sino que persigue la «transformación del sistema eléctrico» y que debería ampliar la capacidad de conexión a las redes y cambiar el rol del consumidor en el sistema eléctrico.

En ese sentido, una de las tesis que defiende el estudio es quela digitalización de las redes eléctricas en España es «insuficiente» para contribuir a la descarbonización del sistema energético.

El documento señala que España es uno de los «mejor posicionados en Europa» en cuanto a la instalación de contadores inteligentes, pero matiza que la digitalización de las redes es «insuficiente para integrar los nuevos recursos y a todos los participantes en el sistema».

También incide en la necesidad de que todos los agentes del sistema, desde empresas distribuidoras y consumidores, hasta agregadores de demanda y la generación distribuida, se impliquen en este proceso de transformación para contribuir a la descarbonización.

«Prácticamente la totalidad de los consumidores domésticos suministrados por una distribuidora de más de 100.000 clientes ya disponen de un contador inteligente en España», mientras que en Alemania todavía no se han instalado y en Italia, que fue pionera en Europa, ya está planificado el despliegue de la segunda generación, ha explicado Tomás Gómez, profesor del IIT y uno de los autores del estudio.

A pesar de que España está, junto a Italia y a los países escandinavos, a la cabeza del continente en cuanto a la instalación de contadores inteligentes, «todavía ha de mejorarse su conectividad para que se puedan utilizar en la operación en tiempo real o a corto plazo de la red», ha añadido Gómez.

RETOS DEL PROCESO

El estudio también destaca las diferencias entre las zonas rurales y urbanas y señala que mientras en las primeras la conectividad puede ser escasa, en las urbanas «la red de distribución suele estar soterrada», lo cual dificulta la cobertura inalámbrica.

Otra de las tesis que sostiene el informe es que «la digitalización de las redes de distribución no es sencilla» debido a su extensión, la regulación, la madurez de la tecnología y la ciberseguridad, entre otros factores.

«La digitalización requiere trabajadores con nuevos conocimientos y habilidades. Es necesaria formación especializada en todos los niveles educativos y formación continua para adaptarse a los cambios tecnológicos», ha agregado Gómez.

En cuanto a la ciberseguridad, el experto ha incidido en que «aún queda camino por recorrer» para establecer los mecanismos que permitan a las distribuidoras y a los reguladores evaluar de forma adecuada los riesgos asociados, así como los costes y beneficios relacionados con las mejoras en este aspecto.

Otro de los retos tiene que ver con la dificultad de la evaluación de los costes, dado que en muchas ocasiones las empresas de distribución han de valorar el despliegue de tecnologías o soluciones que aún están en desarrollo y que pueden tener una obsolescencia temprana una vez realizada la inversión.

Por otro lado, el profesor del ITT ha recordado que España aún tiene pendientes varios desarrollos y cambios legislativos ligados al Paquete de Energía Limpia de la Unión Europea de 2019 y vinculados a la fijación de unas reglas de juego que realmente «fomenten unas redes de distribución digitalizadas y unos usuarios activos».

En la presentación del informe también han participado el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos (AFBEL), Guillermo Amann, y el director de Redes de Electricidad en España de UFD Distribución de Electricidad (Grupo Naturgy), Raúl Suárez.


FUENTE: DIARIO SIGLO XXI

La industria europea de los transformadores eléctricos confirma su situación de incertidumbre ante la subida de los precios de las materias primas

transformadores

Este sector, que mueve en la actualidad cerca de 3.700 millones de euros en la UE, es la piedra angular de la transición energética hacia una red más eficiente y digital

La industria europea de transformadores eléctricos, parte central del sistema energético, se enfrenta a una situación de incertidumbre sin precedentes ante la fuerte subida de los precios de las materias primas, su escasez y volatilidad, así como los problemas de transporte en un momento en el que, además, está afrontando una mayor digitalización de la red eléctrica, tal y como adelantó AFBEL, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión.

Actualmente, el mercado de los transformadores eléctricos mueve un volumen cercano a los 3.700 millones de euros. Su producción en Europa se valora en aproximadamente 4.700 millones de euros lo que le convierte en un sector netamente exportador.

La sociedad y la economía exigen un suministro de energía eléctrica de calidad y sin disrupciones que debe verse comprometido. Adicionalmente, el avance del cambio climático ejerce aún más presión sobre la resiliencia de la red. De hecho, la UE designó la generación, transporte y distribución de electricidad como infraestructuras críticas desde el inicio de la pandemia.

Garantizar el ecosistema de tecnología de energía limpia en Europa que pueda respaldar la transición energética hacia una Europa climáticamente neutra para 2050, debe ser prioritario ante las inversiones a gran escala que están acometiendo las redes eléctricas de Europa y también en España, confirma Mar Duque, Directora General de AFBEL.

La volatilidad de los precios de las materias primas, su escasez y los problemas en el transporte están poniendo en jaque a la industria de los transformadores, que es crítica para la economía y la sociedad

Son tres los factores que están generando una tensión masiva en la cadena de suministro de la industria europea de transformadores: la impredecible evolución de los precios de las materias primas con aumentos de entre el 25 y 50% de los principales materiales como acero, aluminio, cobre y chapa magnética; la escasez de materias primas por la dinámica del mercado chino y las sucesivas olas pandémicas en Europa, especialmente de aluminio y cobre; y la crisis del transporte internacional con congestiones portuarias, baja disponibilidad de capacidad y también mayores tiempos de transporte terrestre debido a las medidas sanitarias en Europa.

Esta repentina evolución de los precios de las materias primas básicas no se refleja en ningún índice o contrato de material de referencia, lo que pone en riesgo a los fabricantes y, por lo tanto, pone en peligro la estabilidad general del ecosistema de la red eléctrica.  “Los esfuerzos de los fabricantes europeos para asegurar la cadena de suministro y mantener su nivel de servicios están, en consecuencia, impactando masivamente en los costes y la competitividad tanto en los mercados locales y como de exportación”, subraya Mar Duque.

Por otra parte, la industria europea de los transformadores está experimentando un proceso de cambio ante la adaptación del nuevo reglamento de ecodiseño que entró en vigor el pasado 1 de julio de 2021. Esta transición se ha derivado en un nivel de mayor demanda y actividad por parte de los fabricantes en los últimos meses para poder estar preparados para los nuevos requerimientos.

Según advierte T&D Europe, la voz de los proveedores de tecnología de red de Europa, este duro periodo de volatibilidad e incertidumbre está debilitando la industria de los transformadores y requiere una estrecha colaboración entre todos los actores del sector energético para preparar el futuro de la energía europea.

La ‘crisis de los microchips’, la falta de palés… Así afecta a los suministros la subida en las materias primas

Crisis-microchips

La escasez y aumento en el precio de varias materias primas causados por la recuperación de las economías tras el parón mundial por la Covid afecta desde principios de año a gran parte de la industria española. Una situación que ha devenido en el cierre de plantas y retrasos en obras por la falta de elementos tan aparentemente poco fundamentales como microchips y palés de madera.

Una de las industrias en donde se ha hecho más patente esta crisis de las materias primas ha sido en la industria automovilística. Seat pactó con los sindicatos a principios de año un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afecta a más de 500 trabajadores y que se extiende hasta este mes de junio.

Volkswagen tiene previsto parar también durante junio un total de cuatro días su planta en Navarra, y Ford detendrá su producción en varias secciones de su planta de Almussafes durante diversos días hasta finales de mes.

Cristian Castillo, profesor de estudios económicos y empresariales y experto en Logística y Producción de la Universitat Oberta de Catalunya, señala que una de las claves del problema está en la deslocalización de la producción, que se ha llevado a Asia (y especialmente a China) la producción de muchos componentes y materias primas en las últimas décadas.

En 1990, destaca el experto de la UOC, Europa fabricaba el 44% de esos elementos a nivel mundial. Hoy en día solo produce el 9%. Ahora que estos problemas han quedado en evidencia, hay un proyecto de la UE para invertir 145.000 millones de euros en la investigación y desarrollo de toda una cadena logística para las primeras fábricas de semiconductores a nivel europeo.

«Evidentemente es una declaración positiva pero tiene que traducirse en hechos lo antes posible, porque poner a funcionar una fábrica de semiconductores no se hace de un día para otro: estamos hablando de unos 20.000 millones de euros de inversión como mínimo y unos tres o cuatro años de desarrollo», comenta.

Crisis de los microchips

Fuentes de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) señalan a 20minutos que en el primer cuatrimestre de 2021 las fábricas españolas de automoción han acumulado una caída del 13,4% en comparación con el mismo periodo de 2019.

«La extensión de la crisis de los microchips, junto con la lenta recuperación de la demanda procedente de los mercados europeos, al igual que del mercado español, están condicionando el ritmo de producción que nos mantienen todavía lejos de las cifras normales que deberían estar registrando nuestras fábricas», comentan las fuentes.

Con la reactivación de la producción tras la paralización por la pandemia, la demanda se ha incrementado «exponencialmente para compensar las caídas», y al no haber suficiente producción y exportación, se han producido estos «cuellos de botella entre el ritmo de abastecimiento y el nivel de demanda».

ANFAC la considera una situación coyuntural, aunque «se está alargando más tiempo del inicialmente previsto». De momento, la industria está ajustando los turnos y ritmos en las líneas de producción.

«Al menos hasta el segundo semestre no se prevé que se recupere la producción normalizada de microchips pero, posteriormente, se tendrá que ajustar a la demanda procedente de las diferentes industrias», explican desde la asociación.

Faltan hasta palés

Otro producto con problemas de suministro es menos tecnológico: la madera. Castillo señala que la que se usa en la construcción en Europa tiene origen tropical, y se importa predominantemente de África.

«Durante la última década China ha hecho muchas inversiones en esta industria en el continente africano y a día de hoy es quien controla esas exportaciones», comenta.

El incremento del consumo de la propia China para su sector de la construcción ha hecho que acapare gran parte de esa producción, con lo que está provocando «entre tres y cuatro meses de retrasos» en pedidos para el continente europeo».

Sebastián Molinero, secretario general de Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Material de Construcción (Andimac), confirma incrementos de costes en la madera, así como de metales, plásticos y derivados del petróleo, motivados por desajustes entre demanda y oferta a corto plazo. Todo ello deviene en problemas para obtener los productos, continuos cambios en los precios y retrasos en las entregas de obras.

«Un retraso en obra implica nuevos costes, porque el tiempo se tiene que pagar», explica. «Al final es una cadena que afecta a todo».

Molinero pone un ejemplo: hay escasez de palés. «La falta de madera de mínima calidad y su encarecimiento hace que incluso haya problemas para conseguir palés, con todo lo que implica en los procesos logísticos, porque las cargas en productos de construcción son muy pesadas y requieren de palés, y hasta eso es un problema».

Andimac, un punto de encuentro entre la industria de la construcción y la demanda profesional y particular, representa a 9.000 empresas con un volumen de facturación de unos 25.000 millones de euros. La asociación espera que esta crisis sea solo una fase de ajuste en la producción por la salida de la pandemia, y señala que varios informes económicos dicen que esta fase aguda en los precios no será «sostenida en el tiempo».

«Del mismo modo que hemos pasado de un año en el que se produjo un crack de las materias primas, recordemos que el petróleo llegó a cotizar a tipos negativos, ahora estamos en la fase contraria, primero Asia y ahora EE UU a un boom de demanda y todos los sistemas y cadenas de producción se tienen que acomodar», explica Molinero. «Las cadenas, que estaban en mínimos de producción, ahora tienen que volver a producir al mismo ritmo».

La semana pasada la Confederación Nacional de la Construcción demando que el Gobierno desbloquee la revisión de precios en los contratos de obra pública, porque los actuales ya no se corresponden con los costes estimados cuando se licitaron las obras.

La confederación calificó de rally lo que ha pasado en casos como el acero, cuyo precio se ha disparado casi un 50% en lo que va de año. Muchas empresas, advirtió, podrían optar por abandonar los proyectos para no tener que asumir los sobrecostes.

Subidas «abruptas» en los metales

La subida en los metales afecta también a otros sectores, como los de las empresas que se dedican al suministro de equipos, componentes y soluciones para las redes eléctricas. La Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión (AFBEL) cuantifica los aumentos desde que comenzó la crisis del coronavirus: la chapa no magnética ha subido hasta un 70%, la chapa magnética un 50%, el acero inoxidable 30%, el cobre 55% y el aluminio un 35%.

Mar Duque, directora general de la asociación, explica que productos como los transformadores y las torres eléctricas tienen un «uso intensivo de materias primas», por lo que «esta situación inflacionista» obliga a trasladar a nuestros mercados grandes subidas de precios difícilmente asimilables.

Ello hace que las pymes que forman parte de la asociación corran el peligro de cierre. AFBEL aglutina a fabricantes de equipos eléctricos que se emplean en las redes eléctricas desde que se genera hasta que llega hasta el cliente final. Facturan alrededor de 4.000 millones de euros y 30.000 empleos directos e indirectos. 

Duque indica que los aumentos se están produciendo «de una manera muy abrupta y volátil». «Siempre ha habido subidas y bajadas, pero siempre habían sido sostenidas en el tiempo. Ahora son escalones muy grandes. la situación es muy complicada», señala.

Por ejemplo, el actual sobrecoste de las materias primas afecta a los transformadores eléctricos en más de un 25% de sus costes de producción.


FUENTE: 20 MINUTOS

El Gobierno aprueba el proyecto de ley de creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico

FNSSE

El Consejo de Ministros ha aprobado el proyecto de ley por el que se crea el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) para remitirlo al Congreso

Este fondo permitirá financiar y redistribuir entre todos los vectores energéticos los costes fijos de las políticas de fomento de las renovables, cogeneración de alta eficiencia y valorización energética de los residuos (RECORE), un coste que hasta el momento solo estaba asociado al sector eléctrico.

Según el Gobierno, esta aprobación cumple con un cuádruple objetivo: dar las señales adecuadas para la electrificación de la economía, asegurar la sostenibilidad del sistema eléctrico, aportar certidumbre a las inversiones para la transición energética y conseguir reducir la factura de hogares y empresas. El proyecto pretende avanzar en los objetivos de descarbonización, ha señalado la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, “habilitando el marco normativo necesario para la electrificación de la economía y la sustitución de la generación eléctrica de origen fósil por tecnologías basadas en energías renovables, generando, a su vez, oportunidades de competitividad e innovación para el conjunto de la economía”.

Este fondo, que prevé un calendario de implantación gradual de cinco años, estará gestionado por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE). Además, permitirá acercar el modelo español al de otros países europeos como Francia o Alemania, y establece un nuevo sistema de reparto que permitirá reconfigurar la financiación de esos costes regulados, equilibrando el balance entre costes e ingresos.

Financiación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico

Respecto a la financiación, el fondo se nutrirá de las aportaciones de los operadores de los sectores energéticos definidos como sujetos obligados (las empresas comercializadoras de gas natural y electricidad, los operadores de productos petrolíferos al por mayor, los operadores de gases licuados de petróleo al por mayor y los consumidores directos de los productos anteriores), de la recaudación de tributos regulados en la Ley 15/2012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energética y de los ingresos procedentes de subastas de CO2.

En concreto, las aportaciones de los sectores energéticos se realizarán mediante pagos trimestrales proporcionales a sus ventas de energía.

El objetivo total de recaudación y el reparto entre los distintos sujetos obligados se calculará cada año a partir de las estimaciones de ventas comunicadas por los agentes, una vez descontados los ingresos provenientes de otras fuentes de financiación, como tributos o ingresos de las subastas de CO2.

Por otro lado, el diseño del FNSSE contempla mecanismos para garantizar la equidad y la redistribución justa de rentas en su implementación, con exenciones y compensaciones para aquellos sectores con menor capacidad de adaptación y para evitar el doble cómputo en usos intermedios de la energía.

Además, el Gobierno destaca que se trata de un mecanismo socialmente progresivo: cuanto menor es la renta de las familias, mayor es el peso de la electricidad en su “cesta energética”, por lo que la bajada del precio de la luz beneficiará especialmente a los hogares con menores ingresos y expuestos a la pobreza energética. Según sus cálculos, el recibo eléctrico podrá reducirse al menos un 13% (antes de impuestos) en cinco años para los consumidores domésticos.

Lavadoras, smartphones y camiones, la crisis de los microchips provoca un efecto dominó mundial en todos los sectores

microchips

La falta de microchips semiconductores está provocando un efecto dominó a nivel mundial, afectando a las cadenas de producción de coches, electrodomésticos y teléfonos móviles, y, en consecuencia, también a sus consumidores.

En cifras, Apple estima que podría perder entre 3.000 y 4.000 millones de dólares en ventas este trimestre por la escasez de chips, que está impidiendo que venda miles de iPads y de ordenadores Mac. Y Samsung dice que sus ventas de pantallas para fabricantes de móviles se han visto perjudicadas porque estos no pueden conseguir los chips que necesitan.

Uno de los mayores fabricantes de microchips del mundo, Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSCM), ha alertado de que la escasez de chips para el mercado del automóvil y los electrodomésticos podría extenderse hasta 2022, lo que le ha llevado a anular sus previsiones de crecimiento para este año.

Se trata de un problema que empezó lastrando las ventas del mercado del automóvil pero que ahora se ha extendido a todo tipo de otros productos electrónicos, incluidos móviles, frigoríficos, lavadoras y microondas. Todas las compañías que utilizan estos chips han entrado en pánico y se han lanzado a comprar para reforzar su stock, exprimiendo la capacidad de los fabricantes y disparando los precios de incluso los componentes más baratos de los chips, así como de los productos finales.

¿De dónde partió el problema? Con la llegada de la pandemia y los cierres en las fábricas de automóviles, la venta de este tipo de material se desvió hacia otras industrias como las de elementos que mayor auge registraron por el confinamiento. «Mucha gente, empresas, hogares, han invertido en poder trabajar desde casa y en poder tener un entretenimiento en casa, y eso ha dado lugar a la compra de ordenadores, tablets…», explica el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso.

Además eso se ha añadido un cúmulo de factores que ha terminado provocando un cuello de botella que los analistas no ven posible resolver a corto plazo. Entre los imprevistos que han agravado la crisis está el incendio en una de las pocas fábricas de microchips de última generación que existen en el mundo. También se produjeron algunas paradas de producción de algunos fabricantes motivadas por la climatología en Asia y el bloqueo que afectó al canal de Suez terminó de empeorar la situación.

La escasez de los semiconductores afecta especialmente a los circuitos integrados. Y dentro de estos últimos, tienen una especial incidencia en los microcontroladores y los circuitos integrados para aplicaciones específicas.

Fabricantes de automóviles

El principal impacto de la crisis de los microchips ha recaído en el sector de la automoción. Los grandes constructores de automóviles han tenido que activar paros parciales o totales en las líneas de producción de las fábricas ante la falta de componentes. En casi todas las plantas de España (Ford, Renault, Seat…) se han tenido que activar distintos ERTE ante la falta de semiconductores.

A nivel mundial, Ford, General Motors, Volkswagen, Toyota y Nissan anunciaron en marzo que disminuirían su producción y apuntan a pérdidas más de 60.000 millones de dólares en la industria este año. Según la firma de análisis IHS Markit, las ventas de 1,3 millones de vehículos podrían verse comprometidas.

Camiones para enero

Según fuentes de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos (Ganvam), es el segmento de los camiones y los vehículos industriales uno de los que más está notando la crisis de los microchips. «Hay mucho retraso en la entrega de caminos y la demanda se está desplazando al mercado de ocasión, con el consiguiente aumento del precio», explican. «Si ahora encargas un camión, no te lo dan hasta enero», añaden.

Imagen del interior de la fábrica de microchips de Bosch en Dresde (Alemania).

Entre los fabricantes de componentes para el automóvil reconocen asimismo estar viéndose afectados por la falta de semiconductores, especialmente en aquellos productos que incorporan circuitos integrados. «Tenemos que estar trabajando día y noche con nuestros clientes y proveedores para intentar garantizar el máximo suministro posible», apuntan desde otra de las marcas líderes en este segmento.

Desde la patronal de bienes del sector eléctrico, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión (Afbel), Ángel Colmenarejo alerta en conversación con este medio del aumento del precio en componentes electrónicos que ha elevado sus propios costes entre un 5 y un 15%.

«Todas las semanas nos llama algún proveedor con problemas de algún componente clave», indica, especialmente cuando coinciden que son chips compartidos con videoconsolas y móviles «se han disparado los precios». Colmenarejo señala que se han visto obligados a hacer stock de los componentes más críticos de los equipos, aunque asegura que el suministro no está en riesgo, aunque llevan meses así.

Electrodomésticos

«En el sector de los electrodomésticos también estamos notando esa escasez de chips», reconocen desde una de las grandes compañías productoras. «Eso está llevando a que haya una reducción de la producción de los productos que incorporan estos microprocesadores», añaden.

Tenemos que estar trabajando día y noche con nuestros clientes y proveedores para intentar garantizar el máximo suministro posible»

En cualquier caso, todos coinciden en que a partir del segundo semestre del año podría darse una progresiva recuperación de la situación e «ir desapareciendo poco a poco los cuellos de botella» que actualmente mantienen lastrada la producción.

Por si acaso, la industria busca ya soluciones alternativas para reducir la dependencia de los pocos productores que hay en la actualidad de los microchips de última generación.

El gigante alemán Bosch tiene previsto inaugurar el próximo 7 de junio una fábrica en la ciudad alemana de Dresde, con la que pretende autoabastecerse de semiconductores para sus componentes destinados a la industria de la automoción. Esto supone el 60% de la facturación total del grupo a nivel mundial.

Joe Biden ha anunciado 50.000 millones para impulsar la fabricación de semiconductores en Estados Unidos.


FUENTE: EL INDEPENDIENTE

El desarrollo de las ‘smart cities’ necesitará una regulación acorde

smart city

El sector energético pide menos burocracia para desarrollar las ciudades inteligentes

Una regulación acorde para el desarrollo de las smart cities. Esa fue una de las principales conclusiones de la jornada empresarial Tecnología y eficiencia energética, claves para la conversión a smart city, celebrada ayer por elEconomista, en colaboración con Iberdrola, Nexus Integra, Qualcomm y Telefónica.

En la mesa de debate Infraestructuras inteligentes y eficacia en las ciudades del futuro, el presidente de la Asamblea General de la Asociación de Fabricantes de Bienes de Equipos Eléctricos (Afbel), Guillermo Amann, explicó que «la infraestructura de electricidad es un monopolio natural y es impensable que tengamos dos centros de transformación en la misma manzana de casas. Como tal, es necesario que la regulación esté adaptada a la realidad y a las necesidades de lo que está demandando ahora el sistema eléctrico en toda la demanda de consumo de ese sistema eléctrico».

En la misma línea se pronunció el director corporativo de Operaciones de Avanza, Antonio García Pastor. Y es que Avanza y el Ayuntamiento de Málaga pusieron en marcha a comienzos de año un proyecto, denominado AutoMOST, que supuso la implementación de sistemas de control compartido para futuros vehículos automatizados que permitan la operación de servicios de manera más eficiente y flexible, en un contexto de infraestructuras inteligentes y conectadas. Para el directivo de Avanza, «uno de los puntos clave en el que tuvimos más dificultades fue en obtener permisos por parte de la DGT para que ese vehículo pudiera circular. Nos llevó meses y meses de envíos de documentos. Es cierto que son los primeros pasos de este tipo de vehículos, pero es un apunte de cómo las administraciones necesitan un engrase para que esta innovación llegue. Un despliegue más amplio va a necesitar una regulación mucho más ágil».

Para la consejera delegada de i-DE de Iberdrola, Eva Mancera, «en materia energética es necesario hacer pruebas piloto de herramientas de flexibilidad con la generación distribuida, el autoconsumo, el almacenamiento a pequeña y mediana escala. Creo que veremos baterías conectadas a las redes de distribución que podrán formar parte de comunidades energéticas locales con toda seguridad. Todo eso ahora mismo está previsto a través de sandboxes regulatorios y lo que pretendemos es que, de alguna manera, esa herramienta podamos utilizarla, que ya está prevista en la ley, pero necesita el desarrollo de reales decretos».

Fondos europeos

Otro de los temas que se trataron en la jornada fue el aprovechamiento de los fondos europeos. En opinión de Mancera, «hay que asegurarse que el destino de los fondos sea el adecuado y que vaya dirigido a proyectos transformadores. Además, que se aprovechen, de manera que la ratio coste/beneficio sea la mayor posible. Por otro lado, los fondos deberían estar mirando a la demanda. Uno de los ejes del plan es la aceleración de la transición energética y en esa línea se debería incentivar a los consumidores a dar ese salto a la movilidad eléctrica, hacia la generación de calor eléctrica. Luego habría que implantar medidas regulatorias que permitan que la inversión privada, como la necesaria en las redes eléctricas, vaya adelante».

Todo sobre el 6G: no esperes a 2035 para conocerlo

Por su parte, Alfonso Díaz del Río, director Mercados e Ingeniería Infraestructuras Desarrollo de Negocio y Operaciones de Ferrovial, explicó que «los fondos y la smart city deben hacerse muy específicos para cada una de las ciudades. Tanto los fondos como el concepto de smart city tienen que ser muy tangibles en lo local. No hay que hacer un plan genérico, sino que hay que llevarlo donde está la demanda, que realmente es donde está la necesidad».

En este sentido, Douglas Benítez, director general de Qualcomm España y Portugal, destacó en la mesa sobre Conectividad y tecnología en las smart cities que «ya no es momento de pruebas de concepto. Llevamos mucho tiempo hablando de smart cities y es el momento de ejecutar. Lo que hemos hecho ha sido sacar un programa, Smart City Accelerator Program, que tiene por objetivo alinear el sistema, porque el IoT es muy fragmentado. Buscamos organizar en siete verticales 30 soluciones llave en mano para comprar en un solo paquete la solución que integra fin-a-fin, dispositivos, plataforma y analytics para soluciones, por ejemplo, de edificios inteligentes, smart lighting o la gestión de basuras de una ciudad». Benítez señala que «la infraestructura está: tenemos fibra, tenemos 5G y ahora tenemos los fondos europeos, o sea, dinero para hacerlo. No podemos desperdiciar esta oportunidad».

Iván Rejón, head of Strategy, Marketing, Communications and Public Affairs de Ericsson, abunda en la misma línea. Nuestro país, apunta Rejón, tiene un buen punto de partida, con ciudades «referentes a nivel mundial, como Barcelona, Málaga, Santander». Y «España es líder en pilotos 5G en Europa, quizá hay que pasar del concepto piloto a despliegues más masivos».

Esta tecnología está llamada a desempeñar un papel cada vez mayor en el diseño de las ciudades inteligentes. El 5G posibilita «velocidades de descarga de 20 gigabits por segundo (Gbps), pero no hay que olvidar que las redes 5G consumen un factor 10 menos de energía por gigabyte transmitido. El 5G habilita tres grandes desarrollos, según Rejón: «Comunicaciones masivas de sensores; comunicaciones basadas en personas -banda ancha móvil-servicios que utilizan realidad virtual o realidad aumentada, como aplicaciones de servicios turísticos, y comunicaciones críticas», como el coche conectado.

Mejores servicios

Al final, el objetivo de todas estas tecnologías debería ser «eficientar los servicios urbanos, mejorar la calidad de vida de todos sus ciudadanos y generar nuevas relaciones y comunicaciones entre el Gobierno y las empresas locales», como apuntó Eva Pérez, responsable de soluciones Smart Spaces & Smart Energy en Telefónica Tech. En este sentido, la teleco trabaja en tres grandes áreas: la implantación de redes 5G, con las que hoy llega a «cerca del 80%» de la población; Internet de las Cosas, con el despliegue de tecnologías de muy bajo consumo como NB-IoT y LTE-M, que permitan «tener todos los sistemas de la ciudad conectados para que emitan y reciban información en tiempo real», y el big data, que convierte «todos los datos en inteligencia» y que a su vez mejora el bienestar de los ciudadanos.

Se trata, en efecto, de aportar valor, como corrobora Óscar Gómez, business development director en Nexus Integra. Esta compañía tecnológica ofrece «una plataforma operativa integral, con capacidad, de una forma muy sencilla y muy práctica, reglas de negocio configurables por el propio usuario, sin tener conocimientos de programación ni muy especializado, para que pueda definir cómo funciona la ciudad en su entorno». «Nos hemos dado cuenta de que, al no tener una autonomía, los gestores no tienen capacidad para optimizar los recursos. Podemos plantear modelos avanzados de analítica y machine learning, pero lo principal es aprovechar de forma eficiente lo que existe hoy». En definitiva, se trata, según Gómez, de «dotar de herramientas a los gestores, en este caso las Administraciones públicas, para tomar las mejores decisiones».

Un buen ejemplo de lo que se puede lograr con estas herramientas lo constituye el municipio catalán de Sant Boi de Llobregat, como explica Zeljko Kulic, responsable del Servicio Equipamientos Públicos del ayuntamiento de la localidad. «Tenemos 123 edificios: monitorizar el 20% de los edificios que más consumen da resultados a corto plazo. Nosotros ahora vamos por 55%-60% de monitorizados, 40% teleoperados». Aplicando la metodología BIM (Building Information Modeling) y las soluciones 3D de territorio de Esri, «nuestra experiencia es pasar de una domotización de edificios con cuatro dispositivos IoT a inmótica -la automatización integral de inmuebles con alta tecnología-, haciéndonos ilusión que em breve estaremos en urbótica -la integración de la tecnología en el diseño inteligente de una ciudad-«.

En el ámbito del transporte público -que representa cerca del 16% de las emisiones de CO2 a nivel mundial-, la experiencia de Ericsson con la aplicación de 5G es asimismo alentadora. Esta tecnología «posibilita desplegar sistemas inteligentes de tráfico; reducir la tasa de accidentes de tráfico un 40% en entorno urbano;reducir un 20% las emisiones de CO2, o posibilitar el autobús urbano conectado -y citaba el ejemplo de Talavera de la Reina-«, lo que redunda en más eficiencia en el uso de recursos públicos. «En Sabadell, estamos utilizando 5G para coordinar y optimizar los servicios de emergencia -ambulancias, policía, bomberos- en esos minutos críticos después de un accidente». Así pues, el 5G puede salvar vidas, según Rejón, quien terminaba citando la experiencia del Samur, que emplea 5G para conectar ambulancias y que «es realidad en Holanda o en Suiza».

«El 93% de la población tendrá en 2023 redes de más de 100 Mbps»

El subdirector general de Operadores de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales se refirió ayer a la aprobación en Consejo de Ministros del plan España Puede. De los 70.000 millones de euros con el que está dotado, casi el 70% irá destinado a transición ecológica y transformación digital, «elementos principales para una ciudad inteligente». En este marco, la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales trabaja en dos líneas principales: la conectividad y la estrategia 5G. En este sentido, España cuenta hoy con «la red de fibra óptica más extensa de Europa» gracias a la «iniciativa» de las telecos y el «apoyo público».

Las inversiones y proyectos en marcha permitirán que «a finales de 2023 el 93% de los ciudadanos tenga acceso a redes de más de 100 megabits por segundo (Mbps)», ayudando a reducir la brecha digital. Al mismo tiempo, señaló que el 5G «será la base para una sensorización más extensa de los territorios y la aparición de nuevos servicios en el ámbito rural y urbano», para cerrar la brecha entre ambos.

Alonso citó también el plan de «renovación de las infraestructuras de telecomunicaciones en los edificios», que busca impulsar la digitalización y reducir el consumo energético de los cerca de 1,1 millones de edificios de más de tres viviendas que hay en España.

«Tenemos que ser capaces de crear y exportar tecnología en España»

El director general de Ametic, Franciso Hortigüela, fue el encargado de cerrar la jornada empresarial y puso de relieve los dos retos importantes que tienen por delante tanto Europa como España, como son «la transición ecológica y la transformación digital, que van unidas».

En su opinión, «en España tenemos la suerte de contar con grandes campeones y ser líderes en tecnología y conectividad», a lo que añadió que «también somos líderes en empresas energéticas». El directivo de la patronal tecnológica también hizo hincapié en que «hay empresas del sector energético que se están asociando a Ametic no porque busquen soluciones digitales dentro del sector, sino porque tienen equipos tan grandes trabajando en digitalización para utilizarlo tanto en la generación como en la distribución y en la gestión de sus clientes que ya son equipos que tienen casi el doble de peso de una empresa del sector».

Hortigüela recordó asimismo la importancia de la colaboración público-privada, al tiempo que señaló que con los fondos europeos «van a surgir nuevas empresas, nuevos negocios, nuevas oportunidades para las empresas ya existentes». Tal y como explicó, «sería bueno que en España seamos capaces no solo de ser buenos consumidores de tecnología, sino que seamos capaces de crearla y exportarla».

FUENTE: EL ECONOMISTA

El sector afronta las fuertes subidas de las materias primas sin poner en riesgo el despliegue de infraestructuras eléctricas en curso

materias primas

La patronal de bienes de equipo eléctrico, Afbel, pone en evidencia la volatilidad en los precios de materias primas críticas, la escasez de suministros de algunas de ellas y los problemas logísticos de transporte a nivel mundial como consecuencia de la COVID-19

La subida generalizada de los costes de las materias primas principales como el cobre, aluminio o acero, que en algunos casos rozan el 50%, junto con disrupciones en el aprovisionamiento, escasez mundial de microchips y problemas en el transporte mundial de mercancías, hace peligrar la competitividad del sector proveedor de la tecnología para la red eléctrica según advierte Afbel, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión.

La patronal del transporte y distribución de bienes de equipo eléctrico ha puesto el foco no sólo en el fuerte incremento de precios que se están produciendo en los materiales para la fabricación, sino también en problemas de suministro y de transporte. Así, Afbel confirma el alza de los costes de las materias primas de las resinas aislantes en más de un 30%, del aceite mineral y aluminio en un 25% y de la chapa magnética del 20%. Además, destaca que el cobre y el acero han experimentado un crecimiento del 50% en sus precios.

Esta subida generalizada impacta en la rentabilidad y competitividad de este sector considerado esencial durante la pandemia. “Las extraordinarias inversiones en logística y, en paralelo, la volatilidad del precio de las materias primas ha provocado un aumento considerable de los costes a los que se unen las medidas de seguridad impuestas por la pandemia en un sector de márgenes ajustados”, alerta Mar Duque, Directora General de Afbel.

“Contar con una red eléctrica resiliente y un sector potente, competitivo y de altísima cualificación para desarrollar nuevas tecnologías digitales es vital en la transición energética”, apostilla.

Por otro lado, la escasez de suministros de semiconductores está ya ralentizando la producción de dispositivos electrónicos en todo el mundo. Esta falta de suministro tiene su origen en la dependencia de la industria manufacturera de un pequeño número de proveedores de semiconductores procedentes de Asia, cuyo mercado mundial ha variado tras el cambio de paradigma del uso de microchips debido a la pandemia. Los fabricantes de Afbel no son ajenos a este problema. Según Mar Duque “La digitalización de la red eléctrica ha supuesto la incorporación masiva de elementos electrónicos en los equipos convencionales“.

La industria española del sector representa más de 45 empresas que emplean a 26.000 trabajadores directa e indirectamente, sumando unas ventas anuales de aproximadamente 4.000 millones de euros. En cuanto a tecnología y productos, suponen más del 65% de las inversiones de equipamiento de conexión de renovables y del 90% del de las redes.

Antes de la irrupción de la COVID-19 se calculaba una inversión en redes en España de entre 38.000 y 46.000 millones de euros hasta 2030 mientras que la generación renovable traería consigo inversiones adicionales cercanas a los 7.000 millones de euros en equipos eléctricos por la descarbonización, la modernización y digitalización según el estudio realizado por Monitor Deloitte para AFBEL.

Los problemas de suministro y de transporte afectan al precio final del producto

Paralela a la escalada de precios de las materias primas, que se está produciendo tanto en España como en Europa, se suman disrupciones en el suministro. La tendencia al acaparamiento y a asegurar el stock para hacer frente a la demanda en caso de continuar los problemas logísticos puede conducir a deteriorar seriamente la competitividad de nuestras empresas y su posición de liderazgo a nivel europeo que tantos años ha costado construir.  “Además se contribuye a la especulación y a que los precios sigan subiendo, lo que finalmente redundará negativamente en los usuarios” alertan desde AFBEL.

Finalmente, los problemas de transporte derivados del nuevo flujo logístico mundial al arrancar el gigante chino sus exportaciones mientras el resto del mundo todavía sufre la Covid-19 está trayendo importantes consecuencias, entre ellas el cierre de puertas al mercado exterior de un sector que desde el 2012 ha sabido exportar el 40% de su producción.

Una vez más, Afbel revindica el importante papel que juegan los fabricantes de bienes de equipo eléctrico españoles en la electrificación de la economía ya que su misión es desarrollar nuevas tecnologías digitales y cadenas de valor potentes para adaptarse a los nuevos avances tecnológicos como los vehículos de cero emisiones y sus infraestructuras de recarga. También permiten hacer factible el rol activo de los consumidores a través del despliegue de la generación distribuida.

 

Los fabricantes de bienes de equipo eléctrico piden más iniciativas de empresas tractoras que arrastren hacia la nueva economía verde

nueva economía verde

AFBEL celebra la presentación de planes de inversión en la transición energética tan ambiciosos y potentes como los anunciados por Iberdrola con inversiones de 75.000 M€ hasta 2025

La presentación de planes de inversión en la transición energética tan ambiciosos y potentes como los anunciados por Iberdrola, con inversiones de 75.000 M€ hasta 2025 en Redes eléctricas y Renovables y electrificación de usos finales, reducirán el coste de la energía, fortalecerán la cadena de valor asociada y generarán empleo en los próximos dos o tres años según la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión (AFBEL), que aplaude este tipo de iniciativas por arrastrar a la industria y sociedad hacia una nueva economía verde.

Relanzar y preparar a la industria y a la sociedad para la nueva economía mundial, más sostenible, digital, eficiente y resiliente, es primordial ante la severidad de la crisis económica provocada por la pandemia. Por este motivo, para los fabricantes agrupados en AFBEL supone una oportunidad industrial real ante el relanzamiento de la economía en la era post-COVID.

La industria española del sector dispone del conocimiento, de la tecnología y de la cadena de valor fabril nacional para realizar la transformación energética, económica y social de una forma respetuosa con el medio ambiente y con las generaciones venideras.  La cadena de valor nacional asociada ya representa más del 65% de las inversiones en renovables y del 90% del de las redes.

Por otra parte, la electrificación de los usos finales beneficia a los ciudadanos y al tejido industrial español contribuyendo además a la mejora de la calidad del aire en nuestros municipios.

Según Guillermo Amann, Presidente de la Asamblea General de AFBEL, “Se necesitan más iniciativas de grandes empresas españolas, como la anunciada ayer por Iberdrola, que apuesten decididamente por la inversión y por el apalancamiento de la industria de este país. Esa es la senda que permitirá generar empleo, fortalecer el peso industrial de la economía española, incrementar las exportaciones, impulsar el crecimiento del PIB y generar desarrollo económico tan necesario en estos momentos.

Para AFBEL cualquier plan de inversión en electrificación de la economía a gran escala tiene efectos inmediatos en el país, como es el empleo generado en sectores que como el de la fabricación de bienes de equipo eléctrico, quienes están preparados para asumir el reto, y efectos de largo plazo, ya que la industria nacional será capaz de generar conocimiento, tecnología y profesionales preparados para la nueva economía mundial.

 

20 años liderando la innovación tecnológica en infraestructuras eléctricas

innovación tecnológica en infraestructuras eléctricas
Por Mar Duque, Directora General de AFBEL, para el especial 20 Aniversario de Energética XXI

 

Impulsar el desarrollo y el crecimiento del sector, promoviendo la integración y utilización competitiva de las tecnologías más eficientes para colaborar en el desarrollo energético de la sociedad española a través de la optimización de sus infraestructuras eléctricas y el uso de la electricidad, siempre ha sido nuestra misión.

En la actualidad, el Sector de Bienes de Equipo Eléctrico sostiene una mano de obra de aproximadamente 30.000 puestos de trabajo (directos e indirectos), alcanzando en 2020 una facturación de 4.000M€ a nivel nacional, donde el 40% se obtiene de mercados internacionales.

Durante la emergencia sanitaria del pasado marzo, este sector demostró ser esencial e imprescindible para mantener el suministro de las redes y de las infraestructuras indispensables para la economía y la sociedad.

Todo tipo de servicios críticos pudieron asegurar la continuidad de sus sistemas eléctricos gracias a los operadores de transporte y distribución y a los de generación eléctrica. Operadores que han seguido contando con nuestros productos y servicios de forma ininterrumpida.

No obstante, la Industria de Bienes de Equipo Eléctrico ha sufrido profundas transformaciones en los últimos 20 años. Entre los años 2000 y 2010 el sistema eléctrico experimentó un incremento de casi el 50% de la potencia instalada en generación, junto con la evolución y refuerzo de las redes de transporte y distribución y la transformación del consumo de energía eléctrica. Para todo ello, nuestros asociados dieron respuesta en forma de productos y servicios innovadores.

Este incremento se debió al boom de la construcción y de la generación renovable que supuso un efecto tractor en el sector de Bienes de Equipo Eléctrico permitiendo su desarrollo tecnológico. Desde entonces, este sector se ha caracterizado por ser netamente innovador, posicionándose en la cabecera tecnológica europea.

La crisis económica sufrida a finales de la primera década de este siglo marcó un antes y un después en nuestro sector ya que, aunque el impacto no se apreció hasta 2009, el nivel de la facturación a nivel nacional decreció estrepitosamente. La exportación irrumpió entonces como única salida forzando la mejora de la competitividad y de los procesos necesarios para ser competitivos en el mercado exterior.  Con esta visión, la Industria de Bienes de Equipo pasó a exportar el 40% de su producción ya en 2012.

La liberalización del mercado eléctrico a nivel europeo e internacional ha sido otro de los hitos importantes en la trayectoria del Sector de Bienes de Equipo Eléctrico. Al aumentar la complejidad de la gestión de la red aparecieron en la escena nuevos actores. Comercializadores, agregadores, proveedores de servicios energéticos y consumidores, que son a su vez pequeños generadores dispersos, percibiendo la oportunidad de negocio que se abría ante ellos, entraron dispuestos a participar y competir en el nuevo escenario.

La innovación tecnológica es la seña de identidad de la Industria de Bienes de Equipo Eléctrico, sobre todo a nivel de distribución.

Para dar respuesta a la nueva situación, diferentes tecnologías de comunicación se despliegan en un auténtico sistema nervioso que conecta nuevos dispositivos de captación y procesos de información, entre sí y con aplicaciones de software que convertirán a la red en un sistema capaz de reaccionar de forma autónoma ante las cambiantes condiciones de operación. Electrónica de potencia, dispositivos de almacenamiento y cargadores de vehículos eléctricos, ya forman parte del nuevo paisaje tecnológico en torno a la red eléctrica.

Pero no todo es tecnología. Surge en estos tiempos la necesidad de introducir cambios en el sistema regulatorio para crear un espacio estable de participación de todos los actores involucrados que incentive la inversión para el despliegue de la inteligencia en la red, así como la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i), que proporcione soluciones industriales, óptimas y eficientes. En la nueva normalidad, el Sector de Fabricantes de Tecnología para la red eléctrica es más crítico que nunca para relanzar la actividad económica.

Y si la digitalización ya era clave antes de la covid-19, en la nueva normalidad lo será aún más y, sin duda, las inversiones se mantendrán en esta línea.

Porque para hacer la red de distribución más resiliente es necesario digitalizarla. Los diferentes proyectos piloto que se han realizado en toda Europa por parte de nuestros asociados, la mayor parte de ellos exitosos, han demostrado que el estado del arte de la tecnología se encuentra a la altura de la necesidad. Y muchos de los tecnólogos y fabricantes de componentes y sistemas inteligentes que lo han hecho posible, son españoles. Es hora de pasar de los pilotos al despliegue masivo de las tecnologías probadas.

Las empresas que constituyen AFBEL son conscientes de su responsabilidad como actores y proveedores de tales soluciones y aceptan el reto de mantener el esfuerzo en I+D+i necesario para colocar y mantener a nuestro país en una posición de liderazgo en la evolución hacia el nuevo paradigma.