La música y la cultura apuestan por la electrificación basada en renovables para impulsar la transición energética del sector

  • Guillermo Amann, portavoz del Foro para la Electrificación, ha moderado el encuentro ‘Conscious Talks: Cultura, música y electrificación’, en el que expertos del sector han hablado sobre la descarbonización y electrificación basada en renovables de la industria de los eventos culturales

  • El sector de la organización de eventos tiene una alta sensibilidad hacia la transición energética y un compromiso firme con la adopción de medidas de reducción de la huella ambiental, de eficiencia energética y del uso de la electrificación como piedra angular del suministro energético en su actividad

  • Los participantes coinciden en que, tanto los artistas como el público, están impulsando la transición energética y nuevos modelos respetuosos con el medio ambiente

Minimizar el impacto medioambiental de los eventos culturales es una preocupación creciente tanto de los organizadores como de los asistentes que, cada vez más, demandan soluciones ‘verdes’ que aborden de manera consciente y realista todos los aspectos de estos. 

Y es que las actividades culturales con un enfoque verde son cada vez más necesarias, debido a la situación de crisis climática, y también más valoradas por el consumidor que busca, ya no solo disfrutar de la actividad en sí, sino saber que está contribuyendo a una mayor sostenibilidad del entorno.  

Esta es una de las principales conclusiones del evento con formato de mesa redonda ‘Conscious Talks: Cultura, música y electrificación’, organizado por el Foro para la Electrificación. Durante la charla, celebrada en Madrid, los participantes expertos han abordado las necesidades y retos de sostenibilidad de los eventos culturales y profesionales y cómo la transición energética basada en una mayor electrificación es fundamental para reducir las emisiones y la huella de carbono. 

Guillermo Amann, portavoz del Foro para la Electrificación, que ha moderado la sesión, asegura que “todo lo que nos ayude a reducir la huella de carbono y a contribuir a mejorar el cambio climático es importante. Estamos viendo cómo ha aumentado la tendencia por la sostenibilidad en todos los ámbitos de la vida, y el mundo de la cultura es uno de ellos: desde la literatura a la moda, pasando por supuesto por la música y los eventos. Es bien cierto que ya se están implementando medidas como el uso de fuentes de energía renovable, el autoconsumo o la promoción de la movilidad sostenible. Además, se están desarrollando tecnologías innovadoras para mejorar la eficiencia energética de los equipos de sonido, iluminación y otros elementos de producción”.

Concretamente, los conciertos y festivales de músicalos eventos más populares y exitosos de la industria de la música y el entretenimiento y también unos de los que realizan un uso más intensivo de la energía-, que están creciendo año a año en nuestro país aportando parte de su sello de identidad internacional, son un ejemplo de cómo se está avanzando en esta materia.  

Como explica Ana Gómez de Castro, New Business, PR & Education Manager de la empresa de organización de conciertos y festivales Live Nation Spain, “la situación actual es alarmante: hay hechos reales que nos alertan sobre el cambio climático y que nos avisan de la necesidad de descarbonización. En el mundo de los festivales los números han aumentado exponencialmente tras la pandemia y eso afecta a la sostenibilidad. Es fundamental la concienciación -que debe estar presente en todos los involucrados, desde el artista hasta el asistente-, así como la formación de las nuevas generaciones en esta materia para seguir avanzando. Esperemos que la sostenibilidad deje de ser un tema de conversación, porque eso significará que la hemos interiorizado como sociedad”. Para esta compañía, precisamente, la sostenibilidad de estos eventos está muy presente en ocho puntos fundamentales -emisiones y energía, uso de recursos y residuos (incluido el plástico), agua, comida, participación pública, contratación, transporte e impactos locales- que se agrupan en tres: cambio climático, eficiencia de recursos y compromiso público.

En esta línea, Arturo Paniagua, locutor, periodista y presentador de tendencias musicales, asegura que “la percepción de la sostenibilidad ha ido creciendo entre el público a medida que crecía el alcance de este tipo de eventos. Si hace unos años se podían ver estas medidas como una estrategia de márketing, hoy se ha avanzado mucho en concienciación. Se hace mucho -hay grandes ejemplos como la nueva gira sostenible de Coldplay, donde se ve cómo cada pequeño detalle puede ser susceptible de ser sostenible-, pero también hay que contarlo. La narrativa es la mejor forma de involucrar a la gente para que se sientan parte de este proceso y participen”.

Por su parte, Sila Lua, cantante, artista y productora conocida por su fuerte compromiso sostenible, coincide en que los artistas son los líderes de este movimiento. “Creo que tenemos la oportunidad de compartir este proceso y la evolución necesaria, de impactar con el ejemplo, creando momentos de ocio que no solo sean divertidos, sino que además tengan un impacto positivo. Los artistas somos la guerrilla de la sociedad y podemos impulsar el cambio no solo desde nuestro mensaje artístico, sino también con nuestros actos”, afirma.

Finalmente, Agustín García, consultor experto en eficiencia energética y huella de carbono en la plataforma para la organización de eventos sostenibles EPHYMERA SOSTENIBILIDAD apunta que, en este campo, es importante hacer las cosas por convencimiento y no por obligación. “Creo que es lo que se está haciendo, aunque es un proceso lento y debemos tener paciencia. Este sector tiene una gran capacidad de adaptación y hace un efecto escaparate que marca el camino de mejora, pero lo más importante a día de hoy es trabajar en insertar la idea de sostenibilidad en los planes de acción de este tipo de eventos, así como en avanzar en la regulación. La tecnología nos está ayudando mucho en este sentido, como la movilidad eléctrica, la iluminación led, etc., y hay que seguir de cerca estas medidas y aplicarlas en la medida de lo posible”, añade.

“Está cada vez más claro que la electrificación de los festivales no solo es posible, sino que también puede ser rentable y atractiva para el público, y la concienciación de todos los agentes participantes, como se ha demostrado aquí, es la clave. Absolutamente todas las actividades de nuestro día a día deben pasar por emitir menos CO2 a la atmósfera, y hemos aprendido aquí que el mundo de la cultura no puede ser una excepción, ni lo está siendo”, ha concluido Guillermo Amann.

AFBEL inicia una campaña de concienciación de mantenimiento de SAIs

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El mantenimiento de los equipos SAIS es clave para el ahorro económico, de emisiones de CO2 y para la productividad de las organizaciones

Ante los problemas de aprovisionamiento, la subida de los precios de las materias primas y el elevado coste de la energía, se confirma que el adecuado mantenimiento de los sistemas de alimentación ininterrumpida SAIs mejora la disponibilidad y calidad de las redes de suministro, protegiendo un número cada vez mayor de aplicaciones de diferentes sectores. Según la consultora IDC la escasez de chips «podría mejorar» a partir de junio, pero no se recuperará por completo hasta 2023.

Por este motivo, AFBEL, Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión, ha puesto en marcha una campaña de concienciación a lo largo de 2022 sobre la importancia capital del mantenimiento profesional de estos equipos en la mejora de la eficiencia energética, ahorro de emisiones de CO2 y productividad de las organizaciones.

En los últimos años el mercado de los sistemas de alimentación ininterrumpida SAIs ha experimentado un crecimiento sostenido superior al 5%. No obstante, ha sido durante la pandemia de la Covid-19 cuando se reforzaron esos equipos y servicios en infraestructuras tan críticas como hospitales, servicios sanitarios, aeropuertos y servicios generales, lo que ha puesto de manifiesto que la calidad de servicio postventa es clave para asegurar la correcta gestión productiva de las empresas.

Por otra parte, la consultora IDC asegura que con el mantenimiento se mejoran los procesos internos incrementándose la resiliencia de las instalaciones mediante el seguimiento de las mejores prácticas y el aumento de las destrezas.

Impulsar la productividad de las empresas industriales mediante la eficiencia energética y el ahorro de energía se ha convertido en una de las piedras angulares de AFBEL que ya en 2020 lanzó junto con al IDAE su calculadora de eficiencia energética para conocer fácilmente el ahorro que supone contar con un SAI con tecnología actual. En 2022, la Patronal de Bienes de Equipo Eléctrico da un paso adelante con esta nueva campaña de fomentar su mantenimiento.

“El actual proceso de transición de la era industrial a la era digital requiere competir con plenas garantías de éxito en un mercado que además de ser global, está cada vez más interconectado con sus clientes y proveedores” explica Mar Duque, directora general de AFBEL. “Todos los asociados hemos comprobado que es necesario proporcionar eficiencia y resiliencia a las instalaciones y esto sólo es posible mediante el adecuado mantenimiento de los sistemas de alimentación ininterrumpida, realizado con las herramientas adecuadas y personal cualificado”.

Los problemas de las instalaciones afectan negativamente a las operaciones comerciales según IDC

Cualquier interrupción en la fabricación, en la productividad de la planta o en el tiempo de actividad del centro de datos tendrá un impacto muy directo en el negocio al provocar pérdida de productividad, comprometer la seguridad y causar ineficiencia en la fuerza laboral.

IDC en su informe “Maximizar la resiliencia empresarial y operativa mediante los servicios” donde entrevistó a 1.403 participantes procedentes de varias industrias y regiones geográficas, ha subrayado que los problemas operativos y de instalaciones se convierten inmediatamente en problemas comerciales que afectan a la productividad y exponen a las empresas.

Así, el 38% de los encuestados notificó sucesos que provocaron la pérdida de producción mientras que el 26% informó sobre problemas de seguridad física y el 36% notificó problemas en la seguridad de datos. La conclusión es clara: sin la experiencia adecuada en este campo las organizaciones se verán obstaculizadas en sus esfuerzos por evolucionar y participar en un mercado competitivo.

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Estabilidad regulatoria para la independencia energética en tiempos de crisis

Guillermo Amann - presidente asamblea general AFBEL
Por Guillermo Amann, Presidente Asamblea General de AFBEL, para El Periódico de la Energía

La convulsión internacional provocada por la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso pone de relieve la necesidad de mejorar la seguridad energética de Europa a través de la minimización de la dependencia de las fuentes primarias

Este conflicto es un claro ejemplo de los vínculos enmarañados entre los sistemas energéticos y la seguridad nacional, y demuestra vívidamente los costos sociales y económicos de impulsar el uso de combustibles fósiles. La independencia energética europea solo se puede conseguir, dado el estado actual de la tecnología, con la intensificación de la generación mediante energías renovables lo antes posible.

Este reto ya estaba en la agenda de la UE y los gobiernos nacionales, por la cuestión medioambiental de la lucha contra el cambio climático, pero la crisis global generada por el conflicto no ha hecho más que mostrarnos la vulnerabilidad de Europa y la necesidad imperiosa de trabajar a contra reloj para caminar mucho más rápidamente hacia la autosuficiencia energética. Basta como ejemplo las palabras del ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner, quien llamó recientemente a las energías renovables «energías de libertad«.

Es un hecho que la Unión Europea depende de Rusia para el suministro de energía, ya que importa de ese país; el 41% del gas natural y el 27% del petróleo que consume. La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reiteró hace unos pocos días en Berlín su deseo de que Europa deje de depender de Rusia, diversifique sus fuentes de energía y acelere su inversión en energías renovables.

El pasado 3 de marzo, en respuesta a los impactos en el mercado energético de la invasión rusa de Ucrania, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicó un plan de propuestas para reducir la dependencia de la UE del gas natural ruso en más de un tercio en un solo año. Entre las acciones inmediatas propuestas de la AIE se incluyen aquellas que específicamente inciden en el corto plazo como son las relativas a no firmar nuevos contratos de suministro de gas con Rusia, reemplazar los suministros rusos con gas de fuentes alternativas o introducir obligaciones mínimas de almacenamiento de gas para mejorar la resiliencia del mercado. Pero también proponen que Europa acelere el despliegue de nuevos proyectos eólicos y solares.

La Comisión, y todos los actores involucrados, sabemos que el mayor cuello de botella para la expansión de las energías renovables son las complejas normas y procedimientos que existen en toda Europa para la concesión de permisos de nueva energía eólica y solar. Hacer cumplir los plazos de la UE para las decisiones de permisos que entraron en vigor hace muchos meses es de suma importancia ahora más que nunca. Al igual que lo será la próxima orientación de la Comisión a los Estados miembros sobre cómo pueden simplificar exactamente sus procesos de concesión de permisos.

No tenemos que olvidar que el despliegue de las energías renovables requiere enormes niveles de nuevas inversiones. Esto, a su vez, requiere inequívocamente la imprescindible estabilidad regulatoria que no ahuyente la inversión. Las normas europeas del mercado de la electricidad proporcionan esa estabilidad. Manipularlos, por ejemplo, permitiendo que los gobiernos cambien las reglas sobre cómo se fijan los precios, eliminaría esa estabilidad y congelaría las inversiones con el consiguiente impacto nefasto sobre toda la cadena de valor mayoritariamente “made in Europe”. Esto significaría no solamente menos energías renovables sino un frenazo significativo a los sectores como el de bienes de equipo eléctrico tan consolidado en nuestro país.

La promulgación de medidas a corto plazo debe ir encaminada fundamentalmente a la protección frente a altos precios de los consumidores de electricidad vulnerables y no al intervencionismo en el mercado.

El esperado documento que está elaborando la Comisión Europea sobre los precios de la energía deberá ser una gran oportunidad para trazar el curso que dará lugar a la rápida expansión de las energías renovables y la seguridad energética y eso pasa por una inequívoca estabilidad regulatoria que no ponga en peligro las inversiones necesarias para consolidar un sistema eléctrico basado en fuentes de generación autóctonas.

AFBEL valora los RDL 29/2021 y RD 1125/2021 reclamando el aumento de la inversión en redes eléctricas de transporte y distribución

aumento inversión redes eléctricas

Para la patronal de bienes del sector eléctrico es necesario actualizar el techo de la inversión en redes para adaptarse al crecimiento del uso de la electricidad, a los nuevos tipos y modos de consumo y a la extraordinaria subida de las materias primas

Ante la publicación de los RDL 29/2021 y RD 1125/2021 aprobados en el Consejo de Ministros el pasado 21 de diciembre, AFBEL considera que van en la dirección correcta en consonancia con los objetivos de la transición ecológica que lleva emparejada la electrificación de la economía, pero estima que estas medidas no son suficientes ante un escenario como el actual con extraordinarias subidas de las materias primas.

El Sector de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctrico aplaude ambas propuestas de piezas legislativas.  “El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima es el marco legal general que debe guiar en los próximos años la transición energética hacia la neutralidad climática; las políticas concretas que fomenten la electrificación de la economía supondrán las claves del éxito o el fracaso”, explica Guillermo Amann, Presidente de la Asamblea General de AFBEL.

No obstante, AFBEL reclama la eliminación del techo máximo de inversión regulada para la red de transporte y distribución ya que ha quedado obsoleto ante las extraordinarias subidas de las materias primas. Según asegura Amann, “el techo de estas inversiones debe actualizarse a las necesidades actuales. En este sentido, la regulación no solamente tiene que ser ambiciosa en cuanto a sus objetivos, sino que debe adaptarse a las circunstancias coyunturales”.

El RD 1125/2021 fomenta la digitalización de las redes eléctricas de distribución, aprobando un paquete de financiación de 525 millones de euros dentro del marco del Plan de Restructuración, Recuperación y Resiliencia, que va a poner en juego una inversión de alrededor de 1.000 millones de euros en los próximos dos años, permitiendo la sensorización y digitalización de las redes tan necesarias para el empoderamiento del consumidor y la transición energética.

En cuanto al RDL 29/2021 para el fomento de la movilidad eléctrica, el autoconsumo y el despliegue de energías renovables, AFBEL incide especialmente en la necesidad de eliminar barreras normativas que dificultan el despliegue de la infraestructura de carga del vehículo eléctrico, fomentar la infraestructura de recarga pública de alta potencia y establecer objetivos cuantificados de vehículos matriculados para 2030. Así mismo, valora positivamente el establecimiento de obligaciones de instalación de puntos de carga eléctrica de alta capacidad para las instalaciones existentes de combustibles y carburantes.

Por lo que se refiere al autoconsumo, este RDL no solo aprueba su hoja de ruta, sino que prevé medidas complementarias para el impulso del autoconsumo colectivo en comunidades de vecinos y comunidades energéticas aplicando nuevos criterios que facilitan su despliegue

introduciendo mejoras en las condiciones económicas de los proyectos; y en lo que se refiere al fomento de proyectos de energías renovables, amplía algunos plazos para la gestión de los mismos que suavizan la actual situación de estrangulamiento.

Para AFBEL, sin electrificación no hay transición energética, y sin inversión en refuerzo y digitalización de la red, no es posible una electrificación renovable, descarbonizada, digitalizada y social.

AFBEL advierte del impacto negativo del Real Decreto Ley 7/2021 en los costes industriales de electricidad y en la competitividad

política energética

 

La asociación demanda como primera medida aclaratoria la exclusión de la aplicación del RDL 17/21 a todos los contratos bilaterales a precio fijo para proteger la seguridad jurídica

AFBEL, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctrico, llama a la acción ante el previsible impacto negativo en los costes industriales de electricidad de la aplicación del Real Decreto Ley 17/2021 pues supone de facto la creación de una nueva tasa a toda la energía eléctrica no emisora, proporcional a la subida del coste del gas.

La política energética juega un papel clave en la competitividad de la economía española. Fuentes de AFBEL aclaran que la nueva tasa representa una modificación, sin previo aviso, de las reglas del juego existentes, afectando tanto a los contratos ya firmados a precios inferiores a los del mercado actual como a la futura contratación de electricidad que estará sujeta la volatilidad de los precios. “Nuestras empresas necesitan un entorno regulatorio estable y conocido, sobre todo, en estos momentos de inicio de recuperación económica tras los efectos sufridos por la pandemia”, señala Guillermo Amann, presidente de la Asamblea General de AFBEL.

Al mismo tiempo AFBEL advierte que la consecuencia más grave para el sector de tecnología para la red eléctrica de transporte y distribución, por la inmediatez de su repercusión, es la inseguridad jurídica derivada de la adopción del RDL 17/2021. Ya se han producido anuncios de reducción o paralización de inversiones en el ámbito de la generación eléctrica y muy especialmente en el sector de la generación renovable, que afectarán de forma significativa a diferentes sectores industriales.

Por estas dos razones, AFBEL demanda como primera medida aclaratoria la exclusión de la aplicación del RDL 17/21 a todos los contratos bilaterales a precio fijo, para proteger la seguridad jurídica y la actividad de las empresas en general y del sector de bienes de equipo eléctrico en particular. Según Guillermo Amann “tal exclusión, se debería aplicar no solo a los contratos previos a la aplicación del Real Decreto sino a sus futuras renovaciones e incluso a los nuevos contratos a plazo”.

Dado que el sector que AFBEL representa depende en gran medida de las inversiones en generación eléctrica, la asociación también pide que se clarifique la afectación de la aplicación del RDL para evitar una fuga de inversiones en el sector de renovables, que supondría una catástrofe en competitividad y el empleo en el mercado de los bienes de equipo eléctrico, además de dificultar el cumplimento de los objetivos establecidos por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030.

Finalmente, AFBEL considera que sectores como el suyo son claves para la deseada Transición Energética como actor fundamental en el diseño y la fabricación de equipos y sistemas para la red eléctrica de transporte y distribución, y, por tanto, deberían ser consultados previamente a la adopción de medidas normativas que, como este Real Decreto Ley, pueden llegar a resultar tan lesivos para su actividad. “La política energética debe estar totalmente alineada con las necesidades industriales y poner su foco en la competitividad económica y en la protección medioambiental, sin menoscabo de ninguna de las dos” puntualiza Amann.

La patronal de bienes de equipo eléctrico también ha planteado necesidad de alcanzar un Pacto de Estado, alejado de apriorismos y con visión de futuro que dote de estabilidad a la política energética a largo plazo y lleve a cabo la reforma del actual sistema de fijación de precios en el mercado mayorista.

AFBEL lleva a la radio los retos y oportunidades actuales del sector de bienes de equipo eléctrico

Entrevista AFBEL_Conecta Ingeniería - Capital Radio

El 9 de junio de 2021, el programa CONECTA ENERGÍA de CAPITAL RADIO entrevistó a Guillermo Amann, Presidente de Asamblea General, y Mar Duque, Directora General, quienes  subrayaron los retos y oportunidades que afronta nuestro sector de bienes de equipo eléctricos y cómo se ha convertido en un claro estudio de caso en riesgo por las circunstancias coyunturales que estamos viviendo.

Entre otros, se destacó el papel fundamental que el PNIEC va a suponer para  el 2050, con ambiciosos objetivos medioambientales en la futura penetración de las renovables y que impone facilitar las inversiones en las redes eléctricas para que puedan evolucionar correctamente. La actual problemática con la volatilidad de los precios en las materias primas en un sector que se caracteriza por fabricar con uso intensivo en materias primas presenta un riesgo ya que este sobrecosto se debe trasladar al mercado. Esta situación de peligro para nuestra labor comercial como empresas solo podrá solucionarse con la publicación de unos índices actuales y sin decalaje en el tiempo y que a su vez comuniquen la situación real vivida por nuestras empresas, reto que AFBEL toma como inmediato.

Por último, y no menos importante, desde AFBEL se han trasladado los beneficios que supone la electrificación a la sociedad para conseguir la deseada descarbonización y como una subida del techo de gasto en las inversiones en las redes eléctricas es la forma de poder impulsar su correcta evolución. Esta evolución deberá ser medible y rectificada gracias a la publicación de unos índices que medirán el grado de electrificación en las infraestructuras eléctricas.

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Entrevista Guillermo Amann, Presidente de la Asamblea General de AFBEL

Guillermo Amann
Descarga aquí la entrevista de la Revista MMi en PDF

Desde que se inició la crisis sanitaria por la COVID-19, el sector de bienes de equipo ha demostrado ser esencial para el suministro eléctrico, facilitando que todas las infraestructuras críticas continuasen prestando servicios de forma ininterrumpida. ¿Se ha traducido esto en mejores perspectivas para el sector?

En los peores momentos del confinamiento, al inicio de la pandemia, nuestro sector fue muy consciente de la criticidad del correcto funcionamiento de la red eléctrica y del papel fundamental que nosotros teníamos que jugar para mantener el suministro de todo tipo de equipamientos. Nos preparamos en nuestras fábricas y con toda la cadena de valor para poder atender a todas las necesidades tanto en España como en mercados exteriores. Además, negociamos con el Ministerio de Economía para ser declarado sector esencial y, por tanto, no estar sujetos a limitaciones o cierres de actividad.

Podemos estar orgullosos de que España fue uno de los pocos países europeos en los que el sector de bienes de equipo eléctrico ha seguido funcionando durante toda la pandemia sin apenas disrupciones. Este hecho nos ha hecho más fuertes y ha apalancado nuestra reputación internacionalmente.

Podemos afirmar así que las perspectivas a medio plazo del sector han salido netamente reforzadas.

 

Además, la necesidad de que las redes sean más inteligentes hace que las empresas productoras de bienes de equipo tengan que adaptarse a las nuevas necesidades tecnológicas del mercado. Ello hace que se dinamice el sector.

Así es. La digitalización de las redes de distribución, incluidas las de baja tensión, supone un reto tecnológico para el que los fabricantes españoles estamos sobradamente preparados.

No es posible manejar un sistema eléctrico de futuro basado en fuentes de generación renovable, en muchos casos conectadas a la red de media e incluso baja tensión, con infraestructura de recarga masiva para vehículos eléctricos, con sistemas de gestión de la demanda y almacenamiento distribuido, sin una sólida inteligencia digital debidamente automatizada y comunicada en tiempo real.

Esto no supone ninguna amenaza para los fabricantes españoles. Hace muchos años que hemos adaptado nuestras estructuras de I+D al reto de la “smartización”, digitalización y comunicabilidad. Nuestro portfolio de soluciones para la automatización y digitalización compite a nivel global y, diría aún más, por nuestra propia idiosincrasia de empresas flexibles, estamos situados en una posición óptima para poder atender en detalle y a medida las necesidades de cada cliente individualmente.

 

El Plan Nacional Integrado  de Energía y Clima (PNIEC) prevé una penetración de las renovables del 70% para 2030 y del 100% para 2050. ¿Cree que estamos en la senda de conseguir este ambicioso plan?

No tenemos más remedio que asumirlo y acometer el reto que nos plantea el PNIEC.

Es ambicioso, sí, pero es realizable.

Recuerdo que cuando a principios de este siglo comenzó el despliegue masivo de generadores eólicos, la discusión técnica versaba alrededor de qué porcentaje de generación eólica era capaz de absorber y gestionar el sistema eléctrico.

Oí decir en voz alta que era técnicamente inviable la gestión del sistema con más de un 10% de generación eólica. Me refiero a potencia instantánea y no a energía. Acometer objetivos más ambiciosos se consideraba simplemente una quimera.

¿Y cuál es la realidad hoy? Todos la conocemos; el 32% de toda la energía consumida en España en el año 2020 viene de fuentes renovables (40% contando la hidráulica) con picos de cobertura diarios de más del 50% (más del 65% con la hidráulica).

Esta evolución tecnológica ha sido posible, en gran parte, por el esfuerzo realizado durante años por Red Eléctrica de España en la digitalización y automatización de su infraestructura.

Si realizamos ese mismo esfuerzo en la red de distribución e integramos los necesarios sistemas de almacenamiento, el reto PNIEC va a ser posible. Pero sin inteligencia de red, digitalización y automatización nunca sería posible manejar los flujos de energía en un escenario de alta penetración de fuentes renovables, muchas de ellas embebidas en la red de distribución.

 

Esto llevará aparejado la necesidad de modernizar las redes eléctricas. ¿Están preparadas la red de transporte y las redes de media y baja tensión?

La modernización de las redes es condición sine qua non; sin adaptar las redes no puede haber transición energética.

Como he dicho, la red de transporte ha hecho un esfuerzo titánico de adaptación para la gestión de fuentes de generación intermitente y su realidad a día de hoy es que está plenamente digitalizada. Naturalmente, hay que mantenerla, renovarla y ampliarla en la medida que vayamos ahondando en la electrificación de la economía, pero a día de hoy ya es una de las mejores del mundo.

El reto fundamental está en la red de distribución. Subestaciones y centros de transformación deben ser digitalizados y automatizados. La estabilidad de la tensión en zonas de alta penetración degeneración distribuida sólo se podrá conseguir con la instalación de transformadores inteligentes. Y, para gestionar la demanda y las necesidades de los productores-consumidores y para ofrecer servicios de agregación, flexibilidad y gestión de la demanda, se necesita digitalizar (y en cierta medida automatizar) la red de baja tensión.

Todas esas inversiones en red de distribución son inversiones reguladas y sólo se podrán acometer si se aumenta de forma significativa el techo del gasto, actualmente situado en el 0,14% del PIB. Ese nivel de inversión cubre las necesidades de renovación, extensión y refuerzo de la red; pero no es suficiente para dotar al sistema eléctrico de la inteligencia necesaria para gestionar un sistema eléctrico como el que he definido antes.

Es imprescindible considerar por ley que el sistema de distribución precisa de un mayor volumen de inversión para poder acometer la transición ecológica.

 

La otra cara de la moneda de las renovables es que generan electricidad de forma intermitente, no 24/7. ¿Qué pasa cuando se va la luz del sol o cuando el viento deja de soplar? ¿Cómo se garantiza la seguridad del suministro?

El sistema funciona en la actualidad con altas tasas de penetración de renovables. Funciona gracias a la flexibilidad que le confieren el almacenamiento por bombeo, la generación hidráulica y los ciclos combinados; todos ellos de rápida respuesta y fácil regulación.

Pero, para llegar a los ambiciosos objetivos de penetración de renovables que plantea el PNIEC y seguir la senda de la descarbonización, es imprescindible dotar al sistema de más flexibilidad. Eso sólo va a ser posible -además de con la flexibilización de la demanda- con la implementación y despliegue de mucha más capacidad de almacenamiento. En este punto hay que tener en cuenta todas las tecnologías disponibles.

El almacenamiento electroquímico es una realidad tecnológica que puede complementar al bombeo en el corto y medio plazo. Pero es necesario invertir en el desarrollo de tecnologías de almacenamiento prometedoras aunque aún inmaduras, entre las que se encuentra el hidrógeno, que podrían ser integradas en el sistema eléctrico en el largo plazo.

 

Ha recordado que las redes eléctricas son un sector regulado. ¿Qué medidas regulatorias cree que es necesario acometer para permitir su plena adaptación?

En mi opinión, hay dos medidas regulatorias indispensables para permitir convertir las redes en sistemas inteligentes capaces de gestionar un mix energético eléctrico con altísima penetración de renovables en un escenario de electrificación masiva de la economía.

La primera ya ha sido propuesta por el Gobierno. Se trata del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico. Es necesario descargar a la factura eléctrica de parte del peso dela descarbonización del sistema energético nacional.

El principio “quien contamina paga” debe presidir la transición energética.

La propuesta del FNSSE ya está sobre la mesa y va en la buena dirección, ahora es necesario ponerla en práctica adecuadamente y a tiempo.

La segunda medida es la que he comentado antes; sin aumentar el techo de la inversión en redes de distribución no es posible su adaptación a las nuevas solicitaciones a las que está siendo sometida incrementalmente. Invertir en red es el camino hacia la descarbonización a través de la electrificación de la economía.

 

Para finalizar, ¿cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la industria española de bienes de equipo eléctrico?

Nuestro sector es competitivo y de altísima calidad y ha sido considerado esencial durante la pandemia, asumiendo la transición energética como la prioridad vital para el correcto desarrollo de una red eléctrica resiliente.

En este momento de incertidumbre global, se está produciendo una volatilidad pronunciada en los precios de las materias primas que impacta en la rentabilidad y competitividad de nuestro sector al provocar un aumento considerable de los costes, a los que se unen las medidas de seguridad impuestas por la pandemia en un sector de márgenes ajustados.

Las extraordinarias inversiones en logística y, en paralelo, algunas disrupciones en el suministro de algunos componentes, con especial énfasis en la escasez de suministros de microchips, suponen el principal reto para afrontar la deseada digitalización de la red eléctrica.


FUENTE: REVISTA MMi

La patronal AFBEL refrenda su apoyo al Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico

Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico_

Difunde un MANIFIESTO DE ADHESIÓN DE APOYO AL FNSSE con más de 80 firmas de figuras relevantes de la política, economía y ciencia de la sociedad española

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Ante la inminente aprobación del Anteproyecto de Ley para la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), la patronal de bienes del sector eléctrico AFBEL manifiesta su total apoyo y reclama corresponsabilidad en los objetivos del cambio climático.

Los compromisos que España ha adoptado para alcanzar una economía con emisiones netas nulas en 2050 implican una profunda transformación en los procesos de producción y consumo de energía, donde las energías renovables y la descarbonización del transporte y del calor y frío cobran especial protagonismo en detrimento del uso de los combustibles fósiles que han prevalecido en el siglo pasado.

Por este motivo, AFBEL anuncia el lanzamiento del Manifiesto de Apoyo al Fondo de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico que ha sido firmado por personalidades relevantes de la sociedad española como exministros, empresarios del IBEX y figuras académicas que defienden la idoneidad del FNSSE como instrumento para avanzar en una política más sostenible.

Con este Manifiesto, AFBEL revindica su apoyo a las estrategias donde el precio de las diferentes alternativas energéticas refleje el daño ambiental de cada una de ellas además de la contribución equilibrada en su conjunto al cumplimiento de los objetivos climáticos.

Según este Manifiesto el proceso de transición ecológica supone una gran oportunidad en términos económicos y sociales para sectores de futuro al movilizar inversiones en energías renovables, soluciones de redes eléctricas inteligentes y equipamientos necesarios para una economía descarbonizada.

“Es prioritario en estos momentos que estamos viviendo abordar una ambiciosa reforma fiscal para que impuestos y cargos de las distintas energías estén alineados con el objetivo de la descarbonización. La financiación de los apoyos que durante algunos años recibieron las energías renovables se debe repartir entre todo el consumo energético tal y como avaló ya hace tiempo la Comisión de Expertos para la Transición Energética”, explica Guillermo Amann, Presidente de Asamblea General de AFBEL.

Fondos Europeos de recuperación como catalizador para acelerar la creación y modernización de toda la industria

En el Manifiesto se revindica que los Fondos europeos de recuperación se constituyan como un catalizador que acelere la creación y modernización de toda la industria asociada a la hoja de ruta de descarbonización de la economía española. Amann considera que así se contribuye a la creación de empleo de calidad y al desarrollo de una industria que se caracteriza actualmente por ser netamente exportadora, tan necesario en esta era post-pandemia.

“Ante esta realidad u oportunidad, consideramos que el Anteproyecto de Ley para la creación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico es un paso necesario en la buena dirección y apoyamos su aprobación como Ley en el Parlamento”, concluye Guillermo Amann.

 

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Si quieres adherirte a nuestro Manifiesto envíanos un mail a info@afbel.es

El sector afronta las fuertes subidas de las materias primas sin poner en riesgo el despliegue de infraestructuras eléctricas en curso

materias primas

La patronal de bienes de equipo eléctrico, Afbel, pone en evidencia la volatilidad en los precios de materias primas críticas, la escasez de suministros de algunas de ellas y los problemas logísticos de transporte a nivel mundial como consecuencia de la COVID-19

La subida generalizada de los costes de las materias primas principales como el cobre, aluminio o acero, que en algunos casos rozan el 50%, junto con disrupciones en el aprovisionamiento, escasez mundial de microchips y problemas en el transporte mundial de mercancías, hace peligrar la competitividad del sector proveedor de la tecnología para la red eléctrica según advierte Afbel, la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión.

La patronal del transporte y distribución de bienes de equipo eléctrico ha puesto el foco no sólo en el fuerte incremento de precios que se están produciendo en los materiales para la fabricación, sino también en problemas de suministro y de transporte. Así, Afbel confirma el alza de los costes de las materias primas de las resinas aislantes en más de un 30%, del aceite mineral y aluminio en un 25% y de la chapa magnética del 20%. Además, destaca que el cobre y el acero han experimentado un crecimiento del 50% en sus precios.

Esta subida generalizada impacta en la rentabilidad y competitividad de este sector considerado esencial durante la pandemia. “Las extraordinarias inversiones en logística y, en paralelo, la volatilidad del precio de las materias primas ha provocado un aumento considerable de los costes a los que se unen las medidas de seguridad impuestas por la pandemia en un sector de márgenes ajustados”, alerta Mar Duque, Directora General de Afbel.

“Contar con una red eléctrica resiliente y un sector potente, competitivo y de altísima cualificación para desarrollar nuevas tecnologías digitales es vital en la transición energética”, apostilla.

Por otro lado, la escasez de suministros de semiconductores está ya ralentizando la producción de dispositivos electrónicos en todo el mundo. Esta falta de suministro tiene su origen en la dependencia de la industria manufacturera de un pequeño número de proveedores de semiconductores procedentes de Asia, cuyo mercado mundial ha variado tras el cambio de paradigma del uso de microchips debido a la pandemia. Los fabricantes de Afbel no son ajenos a este problema. Según Mar Duque “La digitalización de la red eléctrica ha supuesto la incorporación masiva de elementos electrónicos en los equipos convencionales“.

La industria española del sector representa más de 45 empresas que emplean a 26.000 trabajadores directa e indirectamente, sumando unas ventas anuales de aproximadamente 4.000 millones de euros. En cuanto a tecnología y productos, suponen más del 65% de las inversiones de equipamiento de conexión de renovables y del 90% del de las redes.

Antes de la irrupción de la COVID-19 se calculaba una inversión en redes en España de entre 38.000 y 46.000 millones de euros hasta 2030 mientras que la generación renovable traería consigo inversiones adicionales cercanas a los 7.000 millones de euros en equipos eléctricos por la descarbonización, la modernización y digitalización según el estudio realizado por Monitor Deloitte para AFBEL.

Los problemas de suministro y de transporte afectan al precio final del producto

Paralela a la escalada de precios de las materias primas, que se está produciendo tanto en España como en Europa, se suman disrupciones en el suministro. La tendencia al acaparamiento y a asegurar el stock para hacer frente a la demanda en caso de continuar los problemas logísticos puede conducir a deteriorar seriamente la competitividad de nuestras empresas y su posición de liderazgo a nivel europeo que tantos años ha costado construir.  “Además se contribuye a la especulación y a que los precios sigan subiendo, lo que finalmente redundará negativamente en los usuarios” alertan desde AFBEL.

Finalmente, los problemas de transporte derivados del nuevo flujo logístico mundial al arrancar el gigante chino sus exportaciones mientras el resto del mundo todavía sufre la Covid-19 está trayendo importantes consecuencias, entre ellas el cierre de puertas al mercado exterior de un sector que desde el 2012 ha sabido exportar el 40% de su producción.

Una vez más, Afbel revindica el importante papel que juegan los fabricantes de bienes de equipo eléctrico españoles en la electrificación de la economía ya que su misión es desarrollar nuevas tecnologías digitales y cadenas de valor potentes para adaptarse a los nuevos avances tecnológicos como los vehículos de cero emisiones y sus infraestructuras de recarga. También permiten hacer factible el rol activo de los consumidores a través del despliegue de la generación distribuida.

 

Digitalización de las redes e inversiones tractoras en economía verde, los dos retos del 2021 para el sector de bienes de equipo eléctrico

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Por Mar Duque, Directora General de AFBEL, para el ‘Balance 2020 y Perspectivas 2021′ de Energética XXI

2020 ha sido el año en que el sector de bienes de equipo eléctrico demostró ser esencial e imprescindible para mantener el suministro de las redes y de las infraestructuras indispensables para la economía y la sociedad. Durante el confinamiento a consecuencia de la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, todo tipo de servicios críticos aseguraron la continuidad de sus sistemas eléctricos gracias a los operadores de transporte y distribución y a los de generación eléctrica, a quienes sus proveedores de tecnología facilitaron los suministros esenciales para que la infraestructura eléctrica española no haya sufrido disrupción alguna durante este periodo crítico que continuamos viviendo.

Así, el sector dio soporte con sus productos a todos los operadores del sistema de transporte y distribución (incluidas las pequeñas compañías distribuidoras locales), junto a los operadores de generación eléctrica renovable y convencional e instaladores y otros clientes que permitieron dotar de energía eléctrica a grandes consumidores como hospitales, supermercados, aeropuertos o incluso el hospital de IFEMA y otras muchas infraestructuras sanitarias implementadas en tiempo record, que en su momento fueron, y continúan  tan imprescindibles y cruciales exigiendo una calidad y continuidad ejemplar del servicio eléctrico.

Esto fue posible gracias al esfuerzo que se está llevando a cabo en España por parte de los operadores del sistema para contar con una red eléctrica resiliente y un sector tecnológico potente, competitivo y de altísima cualificación. En los últimos 10 años, se han logrado enormes avances en la mayoría de los sectores de la transición energética que han desarrollado nuevas tecnologías digitales y cadenas de valor potentes, reduciendo además significativamente el coste de la transición, para adaptarse a los nuevos avances tecnológicos como los vehículos de cero emisiones y sus infraestructuras de recarga, así como los sistemas digitales asociados que permiten hacer factible el rol activo de los consumidores a través del despliegue de la generación distribuida.

Aprobación de la Ley de cambio climático y aumento significativo del límite para la inversión en activos de distribución, las medidas más relevantes para relanzar la economía

Este año también hemos asistido a diversos cambios regulatorios. La implementación del Plan Nacional Integrado de Energia y Clima (PNIEC), los objetivos de penetración de fuentes renovables (especialmente eólica y fotovoltaica) y la “democratización” del sistema eléctrico con la facilitación del autoconsumo y el empoderamiento del consumidor se han configurado como los nuevos desafíos a afrontar por parte de la que cada vez debe ser más inteligente red de distribución de media y baja tensión.

Con la llegada de la nueva normalidad, se ha hecho más patente la posibilidad de relanzar la economía tras la COVID-19 apostando por aquellos segmentos que fueran capaces de desencadenar nuevos modelos económicos sin renunciar a los objetivos climáticos ni a los planes para la necesaria transición energética. La transición a una economía climáticamente neutra debe basarse en la utilización de los recursos renovables, que comportan indefectiblemente un traspaso decidido de toda la economía hacia el único vector energético susceptible de sustentarse únicamente en fuentes ecológicamente neutras: el vector eléctrico.

Por este motivo, en mayo pasado la Asociación Española de Fabricantes de Bienes de Equipo Eléctricos de Alta y Media Tensión (AFBEL) presentó al Gobierno una propuesta de 18 medidas que podrían incentivar la inversión en el tejido eléctrico español, ya que este posee el potencial de generar empleo altamente cualificado y de calidad y sustentar el crecimiento económico mejorando el mix energético hacia la descarbonización, sin renunciar a los altos estándares de calidad de servicio a los que los consumidores españoles estamos acostumbrados.

Entre las medidas específicas para el entramado eléctrico español (integrado por operadores de transporte y distribución, proveedores de tecnología de red y toda su cadena de valor y proveedores de soluciones y sistemas inteligentes), destacaba la aprobación de la Ley de Cambio Climático. Por ello, la tramitación cada vez más urgente de la aprobación de dicha Ley traerá consigo la reactivación de sectores de alto valor añadido con contenido nacional, a la vez que impulsará la electrificación de la economía con la consiguiente necesidad de inversión en el refuerzo y digitalización de la infraestructura eléctrica.

La segunda medida específica más relevante es el aumento de al menos un 30% del límite regulado para la inversión en activos de distribución para así poder gestionar un alto grado de integración de fuentes renovables embebidas en todos sus niveles de tensión, al tiempo que soportar las solicitudes de nuevos consumos y servicios como recarga inteligente de vehículos, servicios de flexibilidad, agregación y gestión de la demanda.

Un tercer grupo de medidas propuestas por AFBEL lo constituyen la agilización y reducción de plazos del proceso administrativo para la instalación de nuevas instalaciones eólicas y fotovoltaicas, así como para la instalación de puntos de acceso público de recarga del vehículo eléctrico.  Otras medidas que entran en este apartado son la promoción de la renovación del parque de sistemas de alimentación ininterrumpida, atenuación responsable del término potencia en puntos de carga rápida del vehículo eléctrico y extremar los mecanismos de vigilancia de mercado para garantizar la legislación vigente en cuanto a Eco diseño, Modelo de Uso, etc.

Ninguna de todas estas medidas propuestas implica coste alguno para las administraciones públicas.

En cuanto a medidas que requieren inversión pública, destacan un plan para renovar transformadores de más de 25 años por maquinas más eficientes de última generación, ayudas fiscales para la exportación de productos fabricados en España; así como incentivos a los programas de I+D+i relacionados con la potenciación de energía segura, limpia y eficiente y la movilidad sostenible.

 

Nuevas iniciativas de empresas tractoras que arrastren hacia la nueva economía verde

El próximo año 2021 llega con nuevas incertidumbres y en un momento de crisis global sin precedentes. La industria española de bienes de equipo eléctrico sigue exhibiendo un fuerte efecto tractor sobre su cadena de valor nacional y la economía local, dada su elevada inversión en I+D, casi dos veces superior respecto a la media de la industria manufacturera, especialmente en sectores estratégicos en un futuro cada vez más digital y eléctrico.

Relanzar y preparar a la industria y a la sociedad para la nueva economía mundial, más sostenible, digital, eficiente y resiliente, es primordial ante la severidad de la crisis económica provocada por la pandemia. Por este motivo, los fabricantes agrupados en AFBEL proponen una oportunidad industrial real para el relanzamiento de la economía en la era post-COVID y demandan un marco regulatorio ambicioso y adecuado al momento que estamos viviendo que sea capaz de facilitar la transición energética.

La industria española del sector dispone del conocimiento, de la tecnología y de la cadena de valor nacional para realizar dicha transformación energética, económica y social contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. La cadena de valor nacional asociada representa, en tecnología y productos, más del 65% de las inversiones en renovables y del 90% del de las redes.

Antes de la irrupción de la COVID-19 se calculaba una inversión en redes en España de entre 38.000 y 46.000 millones de euros hasta 2030 mientras que la generación renovable traería consigo inversiones adicionales cercanas a los 7.000 millones de euros en equipos eléctricos por la descarbonización, la modernización y digitalización. Según estas cifras, la comercialización de equipos eléctricos derivados de las inversiones en redes y nueva generación renovable pasaría de 25.000 millones de euros a 32.000 millones según el estudio realizado por Monitor Deloitte para AFBEL.

También es necesario destacar que este sector se ha enfrentado a una bajada de la rentabilidad y competitividad ya que sus precios se han mantenido estables pese a la bajada de productividad y al incremento de las medidas de seguridad impuestas por la pandemia. Por otra parte, las extraordinarias inversiones en logística y, en paralelo, la volatilidad del precio de las materias primas ha provocado un aumento considerable de los costes en un sector de márgenes ajustados.

El paso de proyectos pilotos a despliegues masivos de la tecnología de red contribuirá decisivamente no sólo a la recuperación de este sector sino también de la economía y de nuestro tejido productivo. Hay que destacar que la industria española de bienes de equipo tiene un fuerte componente exportador que comparte liderazgo internacional con sus homólogos de los países tractores de Europa.

Como ante cualquier crisis, la recuperación económica sólo puede venir con inversiones masivas para proteger y crear empleos cualificados y de calidad apoyando a todas las regiones sin excepción, a sus empresas y sub-sectores. Los fabricantes de bienes de equipos eléctrico de media y alta tensión se encuentran en disposición de afrontar la recuperación con la capacitación y solvencia suficientes para contribuir a aliviar los efectos negativos que la pandemia sigue ocasionando en nuestra economía.

En definitiva, el avance hacia descarbonización global, alcanzando los objetivos de 2030 y 2050 y consiguiendo los niveles más altos de eficiencia energética, podrá ser una realidad si, y solo si, se incorpora una mayor penetración del vector energético eléctrico, con la integración de más renovables y la necesaria adaptación de las redes en inteligencia y resiliencia. La electrificación de los usos finales beneficia a los ciudadanos y al tejido industrial español contribuyendo además a la mejora de la calidad del aire en nuestros municipios asegurando un futuro más sostenible a las generaciones venideras.